Europa impone más aranceles a Rusia para calmar las protestas del agro


En medio de las protestas del agro, la Comisión Europea propuso la imposición de aranceles a las importaciones de alimentos procedentes de Rusia como parte de un esfuerzo por mitigar el riesgo creciente para los mercados y los agricultores europeos. Esta medida busca reducir la capacidad de Rusia para aprovecharse de la Unión Europea en beneficio de su maquinaria de guerra.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que esta acción es parte del compromiso de la UE de preservar la seguridad alimentaria mundial, especialmente para los países en desarrollo. Asimismo, subrayó que esta medida busca encontrar un equilibrio adecuado entre el apoyo a la economía europea y a las comunidades agrícolas, al tiempo que se mantiene el respaldo a Ucrania.

Esta propuesta surge en un contexto de protestas de productores agrícolas en Europa, que fueron una constante durante el invierno, y refleja los esfuerzos de la Comisión Europea por responder a las preocupaciones del sector agrícola en la región.

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Las medidas para Rusia

La Unión Europea decidió imponer aranceles adicionales del 50% a los cereales, semillas oleaginosas y productos derivados procedentes de Rusia y Bielorrusia, así como al trigo, maíz y harina de girasol. Esta medida busca reducir la capacidad de Rusia para explotar los mercados europeos en beneficio de sus intereses económicos y militares.

En respuesta, el Kremlin declaró que Rusia tiene varios mercados alternativos para sus exportaciones de granos además de la Unión Europea. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que se necesitaría un análisis detallado para determinar el impacto que estas restricciones tendrían en Rusia y en la UE.

La sobretasa que se aplicará al valor de la tonelada de productos provenientes de Rusia será de 95 euros por tonelada. Además, existe la sospecha de que parte de las exportaciones agrícolas rusas podrían provenir originalmente de Ucrania, lo que ha llevado a algunos medios europeos a referirse a estos productos como “cereales robados”.

Se estima que estas medidas podrían ocasionar un recorte económico de alrededor de 1.300 millones de euros en la economía rusa.

Las fuertes protestas en Londres

Los agricultores británicos expresaron su descontento con las políticas hacia el sector mediante una protesta en Londres, donde una decena de tractores marcharon lentamente hacia el Parlamento británico. Uno de los principales reclamos fue detener la importación de productos de calidad inferior, en línea con las propuestas recientes de Bruselas.

Liz Webster, una productora ganadera y agrícola del oeste de Inglaterra, destacó que las encuestas muestran un respaldo público a la agricultura y la alimentación británicas, con un deseo de mantener altos estándares alimentarios y apoyar a los productores locales. Webster enfatizó la necesidad de un cambio radical de política y una salida urgente de los acuerdos comerciales que podrían afectar negativamente a los alimentos británicos, y acusó al gobierno de traicionar a todos.

La protesta refleja las preocupaciones de los agricultores británicos sobre el impacto de los acuerdos comerciales y las importaciones de productos agrícolas de baja calidad en la industria nacional y en su sustento.