La baja del precio internacional de la harina de soja impacta en las exportaciones


La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó una disminución en las exportaciones de harina de soja por aproximadamente US$ 3.300 millones, debido a la caída de los precios internacionales en un mercado en el que Estados Unidos y Brasil aumentaron su producción y China redujo su consumo.

El análisis sectorial de la BCR señala que la soja argentina enfrenta desafíos con lotes de suelos de calidad irregular a mala, con estrés y pérdida de rendimiento en un momento crucial del ciclo de cultivo. Sin embargo, las perspectivas de producción se mantienen por encima de la desastrosa campaña pasada, a la espera de la definición de rendimientos.

La harina de soja, que representó el 15% de las exportaciones nacionales en los últimos cinco años, busca consolidarse como el principal producto exportado por Argentina y recuperar su posición como líder mundial en la exportación de esta proteína vegetal.

En cuanto a los precios, el mercado internacional del Complejo Soja muestra una dinámica desfavorable, con una marcada disminución en los precios FOB de exportación de la harina y pellets de soja argentina. El promedio de US$ 533/tn de junio a octubre de 2023 ha caído a alrededor de US$ 410/tn, un recorte del 23%, el nivel más bajo desde diciembre de 2021. Las posiciones de mayor volumen en Chicago cayeron por debajo de US$ 390/tn esta semana.

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Con proyecciones preliminares de exportar más de 27 millones de toneladas de harina de soja en la próxima campaña 2023/24, las proyecciones ya reflejan el impacto del recorte de precios. A precios iniciales de siembra, la proyección de exportaciones superaba los US$ 14.560 millones.

Sin embargo, con los precios actuales de exportación, se estima que la harina de soja exportada podría alcanzar los US$ 11.270 millones, representando un recorte exportador cercano a los US$ 3.290 millones, atribuible completamente a la disminución de precios.

Entre las razones detrás de la caída de los precios de la harina de soja se encuentra la perspectiva de la recuperación productiva en Argentina después del desastre del año pasado, junto con el aumento en la industrialización de Brasil y Estados Unidos. China también plantea un escenario a medio plazo de menor demanda de harina de soja.

Además, la posición neta muy vendedora de los fondos de inversión, tras rápidas y fuertes alzas de tasas de interés a nivel global, se suma a los factores que explican la disminución de precios de este producto vital para el comercio exterior argentino.