El futuro del INTA encendió el debate en el Congreso

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) fue el centro de un encendido debate en la Cámara de Diputados, en medio de la incertidumbre generada por el inminente decreto del Gobierno nacional que buscaría modificar profundamente su estructura. La Comisión de Agricultura y Ganadería, presidida por el diputado radical Atilio Benedetti, convocó este miércoles a una reunión informativa que reunió a dirigentes rurales, autoridades regionales del organismo y al actual director nacional del Instituto.
Se intensifica el debate por los cambios en el INTA
Durante más de una hora, las voces coincidieron en defender el rol clave que cumple el INTA en el desarrollo del agro argentino y en la necesidad de que cualquier reforma se realice con criterios técnicos, respeto institucional y diálogo. El modelo de gobernanza público-privada, la descentralización a través de sus centros regionales y el carácter federal del organismo fueron señalados como pilares que no deberían tocarse.
Benedetti abrió el encuentro con un tono crítico hacia la falta de participación de las máximas autoridades del INTA, el presidente Nicolás Bronzovich y la vicepresidenta María Beatriz “Pilu” Giraudo, quienes se ausentaron alegando problemas de agenda. “Hasta último momento no pudimos tener ni la confirmación de que vinieran o no”, ironizó el legislador.

Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari subrayó que el INTA no solo produce investigación y tecnología, sino que también representa “territorialidad y federalismo”. “Es donde conseguimos formación, extensión y mejoras para seguir siendo productores”, explicó, al tiempo que advirtió que quitarle la autarquía “es quitarle el corazón”.
En sintonía, Javier Rotondo, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), hizo un repaso por los aportes históricos del INTA y alertó sobre los peligros de un cambio brusco. “Es un instituto con un modelo único en el mundo. Fue clave, por ejemplo, después de los incendios en el sur. Hay que aplicar el bisturí, no la motosierra”, sostuvo, reclamando preservar el sistema de gobernanza y las estructuras regionales.

Sergio Melgarejo, representante de CRA en el Consejo Ejecutivo del INTA, expresó la creciente preocupación dentro del organismo: “Los empleados hacen preguntas y no tenemos respuestas. No sabemos qué más dice el decreto. Hay una reforma en marcha, pero desde afuera, sin conocer el funcionamiento del Instituto. Eso nos preocupa profundamente”.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) también sumó su respaldo a la estructura actual del organismo, representada en la reunión por Patricia Luke y Diego Brauer.
Uno de los discursos más esperados fue el de Ariel Pereda, actual director nacional del INTA, quien ya había expresado en medios su desacuerdo con la conducción política del organismo y con el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. “El INTA es una herramienta imprescindible para la producción y la competitividad del país”, aseguró. “En cada plato y en cada exportación hay ciencia y tecnología, y el INTA está detrás de eso”.
Pereda defendió la necesidad de modernizar la institución, pero pidió que se haga con un enfoque dialogado y federal. “Queremos un proceso racional, que incluya la representación de los productores”, afirmó.
En la audiencia también participaron presidentes de los centros regionales de Corrientes, Patagonia Norte, Tucumán, Santiago del Estero y Santa Fe, quienes compartieron miradas “desde adentro” sobre el impacto del INTA en sus territorios y la preocupación creciente por el futuro del organismo.
El debate en el Congreso dejó en claro que el INTA es mucho más que un organismo técnico: es un engranaje vital del entramado productivo argentino. Y si bien existe voluntad de aggiornamiento, desde el agro y desde el propio organismo piden que cualquier reforma respete su historia, su función y, sobre todo, su esencia federal.