Córdoba: la soja se encamina a su mejor producción en 6 años

La campaña agrícola en la provincia de Córdoba muestra un panorama prometedor para los cultivos estivales, especialmente para la soja, que podría alcanzar su mejor rendimiento de las últimas seis campañas, según el relevamiento de la Bolsa de Cereales de Córdoba correspondiente a la primera quincena de abril. A pesar de que el ritmo de cosecha es más lento de lo habitual debido a las lluvias y la persistente inestabilidad climática, las proyecciones son alentadoras para gran parte de los cultivos.
Los cultivos estivales ya han superado su etapa crítica de definición de rendimientos, y aunque el progreso de la cosecha avanza a paso lento, se mantienen expectativas optimistas. El exceso de humedad ha sido el principal factor que afecta el trabajo de campo: retrasa el secado del grano y dificulta el ingreso de la maquinaria a los lotes, lo que limita la capacidad operativa de los productores.
A pesar de este panorama, el girasol está próximo a finalizar su cosecha, con una estimación de 291 mil toneladas, superando con creces su promedio histórico. Por el contrario, cultivos como maíz, soja, sorgo y maní presentan un avance más rezagado, aunque las perspectivas de rendimiento siguen siendo favorables.
Soja en ascenso y maíz en recuperación
El cultivo de soja se posiciona como uno de los grandes protagonistas de la actual campaña en Córdoba. A pesar del retraso en la cosecha, el informe de la Bolsa de Cereales destaca que este año podría alcanzar su mejor nivel productivo en seis años, gracias a un desarrollo general positivo y al buen comportamiento climático registrado en marzo.

El maíz, por su parte, también muestra señales de una importante recuperación respecto de campañas anteriores, con un rendimiento promedio proyectado de 79 quintales por hectárea (qq/ha). Se trata del mejor promedio de las últimas tres campañas, lo que representa una fuerte mejora frente a los daños provocados el año pasado por la plaga de chicharrita. En regiones como Río Seco, se estima un aumento de producción de hasta el 88% en comparación con la campaña anterior, lo que refleja un giro positivo para los maiceros cordobeses.
En términos sanitarios, la soja presenta una presión moderada de plagas, entre ellas arañuelas, orugas (medidora y bolillera), chinches y enfermedades de fin de ciclo. Aunque la presencia es notable, los niveles están dentro de parámetros manejables y no ponen en riesgo severo el rendimiento proyectado.
En el caso del maíz, los principales desafíos están dados por la presión de oruga cogollera, oruga de la espiga y tizón, enfermedades que, si bien afectan el cultivo, no han comprometido de forma significativa las proyecciones de rendimiento. Por su parte, el sorgo ha presentado algunos focos localizados de pulgones, una plaga que en campañas pasadas generó alertas importantes, pero que por el momento está contenida.

Análisis satelital y perspectivas climáticas
El monitoreo satelital mediante el índice verde (NDVI) arroja un panorama mixto. Mientras algunas zonas del sur de Río Cuarto y el centro-norte provincial presentan anomalías negativas, en gran parte del territorio prevalecen las anomalías positivas, especialmente tras las lluvias de marzo que mejoraron considerablemente el estado general de los cultivos.
El avance efectivo de la cosecha en las próximas semanas dependerá en gran medida del comportamiento climático, ya que será determinante tanto para alcanzar la humedad óptima del grano como para garantizar buenas condiciones del suelo que permitan el ingreso de la maquinaria agrícola.

En conclusión, aunque el ritmo de cosecha ha sido más lento de lo esperado, la campaña agrícola 2024 en Córdoba se perfila como una de las más promisorias de los últimos años, con una soja en pleno auge, un maíz en franca recuperación y un clima que, si acompaña, podría consolidar un escenario de buenos resultados para los productores cordobeses.