Las lluvias de diciembre impulsan al maíz y la soja en la región núcleo


Las lluvias registradas en diciembre trajeron alivio y un notable impulso al desarrollo de los cultivos de maíz y soja en la región núcleo agrícola de Argentina. No obstante, algunas tormentas con granizo dejaron daños significativos en sectores puntuales, generando preocupación entre los productores.

Maíz: mayoría en excelente estado, pero con zonas afectadas

De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 85 % del maíz de primera se encuentra en estado “excelente y muy bueno”, mientras que el restante 15 % está en “buen estado”. Este panorama optimista fue atribuido a las precipitaciones de diciembre, que llegaron en el momento crítico del desarrollo del cultivo. En Bombal, los técnicos destacaron que “los últimos milímetros que recibimos han empoderado al cultivo”, con lotes mostrando un crecimiento pleno.

El desarrollo del maíz está avanzando conforme a lo esperado: un 45 % se encuentra en la etapa de panojamiento, un 35 % está en floración, y un 15 % ya alcanzó el estado de grano lechoso, impulsado por una buena disponibilidad hídrica. Este contexto asegura perspectivas alentadoras para la producción.

Sin embargo, en zonas como Monte Buey y Corral de Bustos, las tormentas de granizo dejaron su marca. “Fueron varias mangas de granizo que golpearon fuerte la zona. Los sectores más afectados son General Baldissera e Isla Verde, con daños significativos en algunos campos”, lamentaron los productores locales. La severidad de estos fenómenos genera incertidumbre sobre el impacto final en los rendimientos.

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Soja: avance de la siembra y respuesta favorable a las lluvias

En el caso de la soja de primera, el ritmo de siembra es casi completo, restando apenas un 5 % de la superficie proyectada. Mientras tanto, la soja de segunda ya alcanzó un avance del 75 %.

Las precipitaciones de diciembre también resultaron decisivas para este cultivo. “En la última semana, diciembre aportó lluvias donde más se necesitaban. El fin de semana pasado, se acumularon más de 45 mm en la franja que une Rosario con Guatimozín. Rosario registró 86 mm; Pujato, 72 mm; y Bell Ville y Guatimozín midieron 68 mm”, informó la BCR.

Estas precipitaciones llegaron en un momento crucial para la soja, que requiere humedad para garantizar un buen desarrollo inicial. Sin embargo, los técnicos alertaron sobre los desafíos que se avecinan con el aumento de las temperaturas y el consiguiente incremento en la demanda hídrica tanto de los cultivos como de la atmósfera. Este fenómeno podría intensificarse a medida que avanza el verano, lo que exigirá monitoreo constante.

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El balance de diciembre destaca un panorama general positivo para los cultivos en la región núcleo, gracias a las lluvias oportunas que mejoraron la disponibilidad de agua en los perfiles del suelo. Sin embargo, las tormentas severas y los pronósticos de alta demanda hídrica en los próximos meses subrayan la necesidad de continuar observando las condiciones climáticas y su impacto en el rendimiento final de los cultivos.

El optimismo se combina con cautela, ya que las condiciones climáticas pueden ser determinantes para consolidar una buena campaña agrícola en 2024. Por ahora, los productores celebran las precipitaciones que han revitalizado sus cultivos, pero mantienen la atención en los pronósticos futuros para asegurar un desenlace exitoso.