La cosecha de soja afronta su atraso más significativo en 8 años


El retraso en la cosecha de soja, con apenas un 60% recolectado, es el más significativo de los últimos 8 años. Las continuas previsiones de lluvia complican aún más la situación en muchas zonas, con problemas como dehiscencia, presencia de hongos, caminos intransitables y lotes que podrían no ser levantados.

En cuanto al maíz, se encuentra trabado en un 70% de avance, lo que añade presión adicional a la situación.

En lo que respecta al trigo, la primera encuesta sobre la intención de siembra realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario indica una caída del área sembrada del 5% para toda la región. Sin embargo, la preocupación principal en este momento no radica en la siembra de trigo, sino en la finalización de la cosecha de otros cultivos y las posibles pérdidas asociadas.

Aunque se reconoce un potencial de rendimiento favorable este año debido a las condiciones de humedad, los costos siguen siendo elevados, especialmente en campos alquilados, donde se realiza casi el 70% de la producción en la región núcleo.

El panorama financiero y las preocupaciones sobre rotaciones, sorgo y maíz temprano están influyendo en las decisiones de siembra. A pesar de los altos costos, se espera que la superficie sembrada de trigo aumente este año debido a la necesidad de ingresos adicionales durante la campaña.

La incertidumbre sobre la capacidad del mercado para absorber la producción de sorgo y la lentitud en las ventas anticipadas de maíz también están afectando las decisiones de siembra.

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Y cómo es el panorama de la soja

La situación en la cosecha de soja es crítica debido al importante retraso y las constantes amenazas de lluvia. Con solo el 60% del área de soja de primera recolectada hasta el momento, nos encontramos frente al escenario de cosecha más difícil de los últimos 8 años.

Los temores de nuevas precipitaciones obligan a ingresar a los campos para la cosecha, a pesar de las condiciones desfavorables, como la alta humedad del grano y la vulnerabilidad de las plantas, lo que está contribuyendo al aumento de las pérdidas por desgrane.

El rendimiento promedio descendió en 2 quintales por hectárea en comparación con la semana anterior, situándose ahora en 42 quintales por hectárea. En la zona de Rosario, más de la mitad de la soja de primera aún está por cosechar, y los problemas como la dehiscencia y los hongos están empeorando la situación. La falta de acceso a los lotes debido al mal estado de los caminos agrava aún más la situación.

En áreas como Marcos Juárez se informan pérdidas de rendimiento en los campos donde las cosechadoras no pudieron ingresar a tiempo. En Bigand y María Susana, los problemas de piso y los caminos rurales en mal estado están causando que se extraigan granos con alta humedad, lo que afecta la calidad del producto final.

Desde Baradero y San Pedro, donde solo se cosechó un 5% de la soja, preocupa especialmente la pérdida de calidad del grano debido a la retención de hojas y tallos verdes. En resumen, la situación en la cosecha de soja es preocupante y requiere acciones urgentes para minimizar las pérdidas y garantizar la calidad del producto final.