Informan que los exportadores empiezan a llenar los feedlots


El nivel de ingreso de hacienda a los feedlots al 1° de marzo revela algunos datos interesantes que sugieren un cambio en el ciclo de la actividad ganadera.

Uno de los aspectos destacados es el aumento en la presencia de exportadores en los encierres, especialmente notable considerando la disminución en el consumo doméstico. Según la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), entre febrero y marzo, los ingresos en los establecimientos de la entidad aumentaron un 3,1%, alcanzando el 58,2%.

Este incremento puede atribuirse en parte a la zafra de terneros, que en esta época del año implica una mayor circulación de hacienda hacia los feedlots. La llegada de los terneros al mercado contribuye al aumento en los ingresos de los feedlots y puede ser un factor clave para comprender este crecimiento.

Estos datos sugieren una tendencia cambiante en la actividad ganadera, con una mayor participación de los exportadores y una dinámica diferente en el mercado interno. Es importante seguir observando estos indicadores para comprender mejor la evolución de la industria ganadera en el futuro cercano.

Exportadores, feedlot
Foto: Cámara Argentina de Feedlot

Cayó el nivel de ocupación

La disminución en el número de cabezas ingresadas a los feedlots en comparación con el mismo período del año anterior es un fenómeno notable en la industria ganadera. Según Fernando Storni, presidente de la cámara de feedloteros, esta situación es indicativa de la escasez de hacienda, una preocupación que fue tema de conversación en el sector.

En el año 2024, el inicio del encierre mostró cifras más alentadoras en comparación con el año anterior, con un aumento interanual del 3,8% en enero. Sin embargo, esta tendencia positiva no se mantuvo en febrero y marzo, donde se registraron números inferiores a los de 2023.

La falta de hacienda se está volviendo una realidad palpable en los feedlots. A diferencia del año anterior, cuando la sequía obligó a los productores a enviar más animales a los corrales debido a la falta de pasto, en la actualidad se observa una retención de cabezas por parte de los productores. Esta retención puede deberse a una mejora en la capacidad forrajera de los campos y a la necesidad de los productores de recuperar los kilos perdidos en los animales.

Además, otro factor que contribuye a la menor cantidad de animales ingresados a los feedlots es la caída en el consumo de carne vacuna. La falta de validación de los aumentos en el precio de la hacienda por parte de los consumidores llevó a una disminución en la demanda de carne, lo que afecta indirectamente la cantidad de animales enviados a los feedlots.

Exportadores, feedlot
Foto: Cámara Argentina de Feedlot

Exportación frente al consumo interno

El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), Fernando Storni, destacó un cambio significativo en la composición de los ingresos a los feedlots, con una mayor participación de la industria exportadora en el porcentaje total de los encierres. Este cambio está estrechamente relacionado con la desaceleración del consumo interno, que se sitúa en alrededor de 44 kilos anuales por habitante según datos privados.

Tradicionalmente, en los corrales nucleados en la CAF, la distribución de la hacienda era equitativa entre el consumo interno y la exportación. Sin embargo, el último informe de la entidad revela un cambio en esta tendencia, con una caída del 11% en el consumo interno, que ahora representa el 36% del total ingresado, mientras que los exportadores aumentaron su participación al 64%.

Storni señaló que algunas empresas exportadoras están ingresando hacienda, lo que marca esta nueva tendencia, y atribuyó este cambio tanto a la moderación del consumo interno como a una reducción en la cantidad de hacienda enviada por matarifes y abastecedores.

En cuanto a la rentabilidad de la actividad, el informe de los feedloteros muestra que entre febrero y marzo, el costo por cabeza engordada pasó de ser negativo en $56.000 a un saldo favorable de $12.300, sin incluir el costo financiero. Este cambio se debe en parte a la disminución en el precio del maíz, un insumo clave para los engordadores. Sin embargo, otros costos asociados a la actividad experimentaron un aumento, lo que afectó los márgenes de rentabilidad.