Declaran emergencia nacional por la encefalomielitis equina


El Senasa confirmó el miércoles un nuevo brote de encefalomielitis equina (EE), en esta oportunidad en la localidad de San Francisco, Córdoba. Se trata de la cuarta provincia con focos detectados, luego de Santa Fe (en San Cristóbal, las Colonias y Castellanos), Corrientes (Mercedes y Lavalle) y Buenos Aires (Chacabuco).

“Todos los casos fueron en caballos de producción, por ahora no hay resultados positivos en caballos deportivos”, precisó Mario Iturria, Jefe del programa de Equinos del Senasa, en diálogo con Valor Carne. Y agregó que  “los establecimientos que notificaron signos nerviosos y/o mortandad de equinos tienen restricción absoluta de movimientos”.

Además, descartó que dentro de los campos involucrados “existan otras especies que presenten sintomatología compatible con EE”. Y aseguró que tampoco hay casos “en humanos”.

Declaran emergencia sanitaria

Este jueves, el Senasa declaró el estado de emergencia sanitaria en todo el territorio nacional mediante su Resolución 1219/2023. “Las medidas sanitarias son inmediatas, extraordinarias, excepcionales y de contención ante brotes de Encefalomielitis Equinas (EE)”, señaló el organismo.

La normativa faculta a la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa a establecer excepciones, así como otras medidas complementarias de emergencia, sobre la base de una evaluación de riesgos que lo sustente. Y a propiciar normas complementarias que dispongan medidas de control, prevención y vigilancia, adoptando las acciones sanitarias extraordinarias que coadyuven a contener, prevenir y controlar la enfermedad, y a mantener el estatus sanitario del país respecto de la misma.

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La enfermedad

Las encefalomielitis equinas son enfermedades exóticas que llegan al país a través de aves silvestres migratorias. Las mismas se transmiten de las aves a los mosquitos y éstos luego infectan a equinos y seres humanos. En tanto, el período de incubación de la enfermedad es de 5 a 14 días, lo que representa un problema para su control ya que en ese período los animales no muestran síntomas.

Una vez pasada esa etapa, los equinos presentan un cuadro neurológico con diferentes signologías, como deambulaciones, hiperexcitacion, depresión, hipertermia y decúbito principalmente.

Un dato alentador es que, de todas las variantes existentes, la detectada en la Argentina es la del Oeste, según determinó el Instituto Vanella, de la Universidad Nacional de Córdoba. Se trata de la misma cepa que afectó al país a fines de los 80’ y es la de menor tasa de letalidad, entre 20 a 30 por ciento.

Esto no quita que los productores tengan que hacer un estricto trabajo de prevención.

Control, prevención y recomendaciones

Ante la emergencia, los técnicos del Senasa plantearon una dinámica clara. El primer paso es el control de mosquitos, fundamental para evitar la diseminación de la enfermedad y el contagio a los equinos y las personas.

No hay otro método. Desde muchos municipios se ofreció fumigar en las ciudades pero desde el ministerio de Salud indicaron que no era conveniente porque el mosquito de las ciudades no es el mismo que está en el campo”, contó Iturria. Un dato a tener en cuenta, es que Salud aún no logró determinar cuál es el mosquito vector.

Por otra parte, también descartó fumigar en el campo ya que, “al no ser selectivos, los insecticidas matan también especies de insectos benéficos pudiendo generar un desbalance de otras especies positivas para la producción”.

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Por este motivo, los técnicos recomendaron aplicar repelentes, tanto en los caballos como en humanos. Con ese fin, el organismo sanitario publicó en su web un listado de los productos veterinarios autorizados.

Las autoridades, entienden que la solución al problema llegará cuando se pueda avanzar fuertemente con la vacunación de los equinos, que fue obligatoria para el movimiento de animales hasta 2017¿Por qué se eliminó este requisito? “La Organización Mundial de la Salud Animal considera que tanto el caballo como el humano son huéspedes terminales, porque no se contagia directamente entre caballos o humanos, siempre necesita el mosquito y el ave. Por eso se tomó esa decisión”, explicó Iturria.

Al dejarse de vacunar de forma obligatoria, los laboratorios bajaron su producción y hoy no hay disponible para abastecer un stock equino de 2,6 millones de cabezas. “Estamos trabajando con las cámaras empresariales para que los laboratorios aumenten su producción y las importaciones. Esperamos que haya una cantidad razonable en 15/20 días”, estimó el funcionario.

Para acelerar el proceso, el Senasa acordó agilizar los controles y la aprobación de los productos, para que “la vacuna esté disponible con una declaración jurada de la empresa y que en simultáneo se trabaje en los controles para avanzar con la mayor vacunación posible”, subrayó. Sin embargo, advirtió que “va a quedar en mano de los productores y sus veterinarios decidir si vacunan o no sus caballos” ya que “al menos por el momento la vacunación no es obligatoria”.

Por eso, finalizó, “en este momento la prioridad es cortar el vector, combatir al mosquito y evitar la concentración de equinos para que la enfermedad no se disemine”. En ese sentido, desde el Senasa pidieron que se realice una notificación inmediata ante la presencia de signos nerviosos en equinos.

Fuente: Valor Carne