Campaña 2025/26: trigo con rendimientos sin precedentes

Argentina inicia octubre con un panorama inédito para el trigo. Según la primera estimación nacional de la campaña 2025/26, la producción podría alcanzar las 23 millones de toneladas, igualando el récord logrado en el ciclo 2021/22. Este volumen se sostiene en rindes proyectados de 35,4 qq/ha sobre una superficie de 6,9 millones de hectáreas sembradas, según la Bolsa de Comercio de Rosario (GEA/BCR).
El buen clima durante el otoño, sumado a precipitaciones récord en julio y agosto —como en Gancedo, Chaco, donde las lluvias de agosto superaron 115 años de registros históricos— transformó un panorama de déficit hídrico en un escenario de altísimo potencial. Técnicos y productores coinciden: “Nunca vimos a los trigos así”, aseguran profesionales con décadas de experiencia en el sector.
La región núcleo y el desempeño provincial
En Córdoba, incluso lotes sembrados como cobertura tras el maní alcanzaron condiciones óptimas que permitirán destinarlos a cosecha. Entre Ríos reporta que la proporción de trigos en condición muy buena duplica la del año pasado, mientras que en Santa Fe se proyectan rindes superiores a 38 qq/ha.
La región núcleo, compuesta por Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, podría aportar cerca de un tercio del volumen nacional de trigo, con rindes que superan los 40 qq/ha en áreas favorables. Estos números marcan un escenario excepcional, que posiciona a Argentina con una producción récord y expectativas históricas para los próximos meses.

Buenos Aires: excesos hídricos y riesgo de pérdidas
La contracara se observa en el centro-norte de Buenos Aires, donde los excesos hídricos provocaron la pérdida de 210.000 hectáreas. En algunas zonas se acumularon entre 1.100 y 1.500 mm de lluvia desde enero, casi el doble de lo habitual. Pese a estos desafíos, las áreas no anegadas mantienen rindes cercanos a 40 qq/ha, confirmando a la provincia como uno de los motores productivos del país.
Los técnicos advierten, sin embargo, que el trigo aún enfrenta riesgos climáticos en esta etapa crítica, como heladas tardías o pulsos de aire cálido, los llamados “sopletes”, que podrían afectar el llenado de granos y comprometer parte del potencial productivo. Por eso, se refuerza la vigilancia fitosanitaria y el monitoreo climático en todo el país.

Otros cultivos: maíz y soja en la mira
El informe también destaca la situación de otros cultivos estratégicos. El maíz temprano ya cubre el 28% del área prevista, avanzando hacia un total de 9,7 millones de hectáreas sembradas (8 millones de cosecha comercial), con una proyección récord de 61 millones de toneladas.
Por su parte, la soja enfrentará un desafío opuesto al de años anteriores: la preocupación no es la falta de agua, sino cumplir con los calendarios de siembra en medio de tormentas frecuentes. Se prevé una siembra de 16,4 millones de hectáreas, un 7% menos que el ciclo previo, con un potencial de 47 millones de toneladas bajo condiciones normales.

Perspectivas y cuidado del potencial productivo
El panorama general muestra un trigo con rendimientos excepcionales en la mayor parte del país, aunque con áreas de riesgo por excesos hídricos y fenómenos climáticos puntuales. La combinación de altos rindes y superficie récord deja a la Argentina cerca de igualar el máximo histórico de producción, un hito que refleja la recuperación del sector tras años de variabilidad climática.
Para los especialistas, la clave estará en maximizar la cosecha sin comprometer la calidad del grano, monitoreando tanto la sanidad de los cultivos como la evolución de las condiciones climáticas en las próximas semanas. En paralelo, la siembra de soja y el avance del maíz temprano consolidan un panorama agrícola con altas expectativas productivas y comerciales de cara a la campaña 2025/26.