Trigo 2025: lluvias e inundaciones amenazan los planes de siembra
El optimismo que reinaba en torno a la campaña de trigo 2025/26 en Argentina comenzó a desdibujarse tras una sucesión de lluvias e inundaciones que afectan principalmente al norte de la provincia de Buenos Aires. En su último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió que, de persistir esta situación, algunas regiones podrían no cumplir con los planes de siembra previstos.
La expectativa de una campaña histórica para el trigo podría verse comprometida. Las abundantes precipitaciones caídas hace dos semanas —con registros de hasta 400 milímetros en algunos puntos— saturaron los suelos. A esto se sumaron nuevas lluvias más recientes, menos intensas pero igualmente perjudiciales, al caer sobre terrenos ya anegados y sin capacidad de absorción. “Zonas que, de no revertirse el actual escenario, podrían ver comprometido el cumplimiento de los planes de siembra”, alertó el informe.
Hasta ahora, se sembró apenas el 10,5 % de las 6,7 millones de hectáreas previstas para el trigo en esta campaña. El avance se concentra mayormente en el norte y centro-oeste del área agrícola, especialmente en el centro-norte de Córdoba, donde se registra un progreso que supera en más de 10 puntos porcentuales el promedio de las últimas cinco campañas.
Sin embargo, en otras zonas clave como el Núcleo Sur, el centro de Buenos Aires y la Cuenca del Salado, la continuidad de las lluvias ha demorado las labores. Estas regiones, de no experimentar una mejora en las condiciones climáticas y de drenaje, podrían perder superficie sembrada, truncando las proyecciones iniciales.
Cebada: arranque firme, aunque con desafíos
En paralelo, la Bolsa también informó sobre el inicio formal de la campaña de cebada 2025/26, con una superficie estimada de 1,3 millones de hectáreas. Esta cifra representa una estabilidad con respecto al ciclo anterior y un incremento del 7 % en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas.
El comienzo es auspicioso, ya que se cuenta con buenas reservas hídricas. Sin embargo, en algunas zonas del este agrícola persisten los excesos de humedad que impiden el ingreso de maquinaria a los campos. A nivel nacional, se ha sembrado el 4,8 % del área estimada, lo que representa un avance superior al registrado en igual período del ciclo anterior. El sudoeste bonaerense lidera este progreso con un ritmo ágil en la implantación.
Soja y maíz: cosechas avanzan, pero con demoras
Respecto a los cultivos de granos gruesos, el PAS también brindó un panorama actualizado. La soja, que ya se cosechó en un 80,7 % de la superficie apta, presenta un rendimiento promedio nacional de 30,9 quintales por hectárea (qq/ha), lo que implica una mejora del 4 % respecto a la campaña anterior. No obstante, la cosecha mantiene una demora de cinco puntos porcentuales frente al año pasado y de siete puntos respecto al promedio quinquenal.
La soja de primera ya fue recolectada en un 86 %, aunque el avance se ralentiza en zonas afectadas por anegamientos, especialmente en el norte y sur del área agrícola y en el centro-norte bonaerense. En tanto, la soja de segunda muestra buenos rendimientos en regiones como Córdoba, Entre Ríos y el oeste bonaerense, aunque también acusa problemas de acceso en áreas inundadas como Junín.
Pese a las dificultades, se sostiene la proyección de producción en 50 millones de toneladas.
En el caso del maíz, la cosecha avanza lentamente, con un 40,5 % del área estimada ya recolectada y un rendimiento promedio de 80 qq/ha. En el NOA, comienzan a registrarse los primeros avances, con rindes de apenas 50 qq/ha debido al estrés hídrico sufrido durante el desarrollo del cultivo. La provincia de Buenos Aires, nuevamente, aparece como un foco de complicaciones, con excesos de humedad que oscilan entre el 10 % y el 30 % según la zona.
Al igual que con la soja, la Bolsa mantiene sin cambios la estimación de producción para el maíz: 49 millones de toneladas.
Un panorama con luces y sombras
La campaña agrícola avanza en medio de condiciones dispares. Mientras algunas regiones logran progresar con buen ritmo, otras enfrentan obstáculos crecientes derivados de un exceso hídrico que pone en riesgo no solo los planes de siembra, sino también la capacidad de ingreso a los campos y el desarrollo final de los cultivos. La evolución del clima en las próximas semanas será determinante para definir el rumbo de la campaña 2025/26.
