Impulsan un protocolo regional para validar tecnologías digitales aplicadas al agro
Un nuevo protocolo regional busca garantizar la confiabilidad de las soluciones digitales destinadas al sector agropecuario, mediante un proceso estandarizado de verificación y validación de tecnologías. La herramienta, presentada recientemente, fue elaborada por el Procisur en conjunto con el IICA y los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria del Cono Sur, con el aporte decisivo del INTA.
El Protocolo Procisur de Verificación y Validación de Soluciones Digitales AgTech representa un avance clave para la adopción tecnológica en la región, al crear un marco común que permite evaluar herramientas digitales bajo criterios compartidos entre Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El documento está pensado para startups, empresas tecnológicas, organismos públicos e instituciones que buscan avalar el funcionamiento de sus desarrollos bajo parámetros confiables.
Un proceso diseñado para generar confianza
El INTA tuvo un rol central en la construcción metodológica y en la verificación en campo, integrando el equipo coautor del protocolo. La experiencia del organismo en extensión rural, validación tecnológica y contacto directo con productores permitió fortalecer el enfoque práctico del documento y asegurar que responda a las necesidades reales del sector.
La propuesta contempla dos etapas principales: una verificación técnica inicial, seguida de una validación en campo en condiciones reales de uso, lo que convierte al proceso en un mecanismo robusto para analizar la performance de las tecnologías. El procedimiento culmina con la emisión del Sello V&V (Verificación y Validación), un distintivo que certifica la calidad y confiabilidad de la herramienta evaluada.

Beneficios para el ecosistema AgTech del Cono Sur
El Sello V&V apunta a reducir la incertidumbre en un mercado en rápida expansión, otorgando a productores, desarrolladores y asesores una garantía de que la tecnología fue probada con rigurosidad y evidencia técnica. Según especialistas, contar con un estándar regional aumenta la transparencia e impulsa la integración entre los países del Cono Sur.
El protocolo también favorece la interoperabilidad y la escalabilidad de las soluciones digitales, permitiendo que una herramienta testeada en la Argentina pueda implementarse en otros países con parámetros técnicos equivalentes. De este modo, se construye “un idioma común” para el ecosistema AgTech, lo que agiliza la circulación de tecnologías e innovaciones en toda la región.
Una herramienta flexible y abierta
El documento fue concebido como un instrumento dinámico, capaz de adaptarse al ritmo acelerado de evolución tecnológica, indicaron sus autores. La estructura permite incorporar nuevas etapas, ajustes o criterios adicionales a medida que surjan tecnologías innovadoras o se acumulen experiencias de validación en campo.

Esta flexibilidad facilita que instituciones públicas, empresas privadas o startups accedan al protocolo y lo utilicen como referencia, sin importar si se trata de herramientas de gestión, sensores, plataformas de monitoreo, aplicaciones móviles o sistemas más complejos basados en inteligencia artificial. Al tratarse de un recurso abierto y colaborativo, su actualización permanente está garantizada.
El aporte del INTA, clave para la validación territorial
El INTA cuenta con una red experimental que abarca diversas regiones, sistemas productivos y escalas, lo que permite poner a prueba cada solución digital en ambientes heterogéneos y bajo dinámicas reales. Esta capilaridad territorial convierte al organismo en un socio estratégico para futuras verificaciones y validaciones.
Además, su participación consolidó la articulación entre los institutos de investigación del Cono Sur, fortaleciendo la cooperación regional y evitando que las tecnologías queden fragmentadas o aisladas en cada país. Para los especialistas, esta integración es crucial para potenciar el desarrollo tecnológico y facilitar la adopción por parte de los productores.

Un paso decisivo hacia la adopción tecnológica
Los impulsores del protocolo destacan que su implementación reducirá riesgos para quienes buscan incorporar herramientas digitales, ya que ofrecerá certezas técnicas previas a su uso. Para los productores, contar con tecnologías evaluadas en condiciones reales es un respaldo fundamental en la toma de decisiones.
El Protocolo Procisur sienta las bases para un proceso continuo de validación de tecnologías, respaldado por los institutos de investigación agropecuaria del Cono Sur. Su adopción promete mayor transparencia, más intercambio de conocimiento y un fortalecimiento del ecosistema AgTech regional, con beneficios directos para el sector productivo y para las empresas del ámbito digital.
