Soja: presentan un biofertilizante que mejora un 6% el rendimiento

La soja podría potenciar su rendimiento con un nuevo biofertilizante. Un equipo internacional de investigadores, con participación del INTA y del Conicet, desarrolló un innovador biofertilizante basado en rizobios editados genéticamente que permite aumentar en un 6 % la productividad del cultivo de soja. Además de mejorar el rendimiento, el producto logra reducir hasta un 10 % los costos de fertilización en rotaciones con cereales, gracias a una mayor eficiencia en la fijación y disponibilidad de nitrógeno en el suelo.
Los avances tecnológicos para mejorar el rinde de la soja
La investigación, que marca un hito en la biotecnología agrícola para la soja, utilizó tecnología de edición génica CRISPR/Cas9 sobre bacterias del género Rhizobium, claves para la fijación biológica de nitrógeno. Lo novedoso del desarrollo es que se logró una edición precisa sin introducir ADN foráneo, lo que permite que el producto no sea considerado un organismo genéticamente modificado (OGM) por los marcos regulatorios de países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, China, India, Indonesia, Bangladesh y Australia. Esto abre la puerta a una comercialización más ágil y menos costosa.

“Se trata de un avance sin precedentes en el uso de tecnologías de edición genética sobre microorganismos utilizados en la agricultura”, explicó Nicolás Ayub, investigador principal del Conicet en el Instituto de Genética y en el Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO) del INTA. Según detalló, el equipo trabajó inicialmente sobre dos cepas de uso comercial: E109, utilizada en Argentina, y SEMIA5079, común en Brasil.
La tecnología permite mejorar cepas que se utilizan desde hace décadas como inoculantes en la producción de soja, sin los riesgos regulatorios asociados a los transgénicos. “Los rizobios editados fueron mejorados con alta precisión mediante el sistema CRISPR/Cas9, el cual realiza una modificación dirigida en el genoma del microorganismo. Luego de la edición, se eliminó el plásmido utilizado en el proceso, y esto fue verificado por secuenciación genómica, garantizando que no haya transgenes en el producto final”, detalló Ayub.
Uno de los mayores desafíos del proyecto fue adaptar esta técnica de edición génica a bacterias utilizadas en el agro, ya que hasta ahora solo se había aplicado a bacterias modelo de laboratorio. “Fue necesario optimizar la transformación genética y el sistema CRISPR para trabajar con rizobios comerciales, y además desarrollar un método eficaz para eliminar los plásmidos tras la edición”, explicó el científico.

Silvina Brambilla, investigadora del INTA y codirectora técnica del proyecto, destacó que los próximos pasos incluyen validar la tecnología en distintas zonas productivas y avanzar con las evaluaciones regulatorias. “Es fundamental generar la información necesaria para que la CONABIA (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria) evalúe y apruebe la equivalencia entre estos rizobios editados y los inoculantes tradicionales”, sostuvo.
El desarrollo representa un avance estratégico para el agro argentino y global. Dado que los rizobios se reproducen asexualmente, no pueden mejorarse mediante cruzamientos como ocurre con plantas o animales. Esta tecnología abre un nuevo horizonte para actualizar cepas bacterianas que han quedado rezagadas frente a los desafíos actuales del suelo y del ambiente.
Los investigadores también proyectan aplicaciones futuras para esta herramienta, como la mejora en la solubilización de fósforo, el control biológico de plagas, la fijación de nitrógeno en cultivos no leguminosos como cereales, e incluso el tratamiento de emisiones de metano en la ganadería.

“Este desarrollo tiene un impacto directo en la sostenibilidad de la producción agropecuaria. Permite producir más con menos insumos y avanzar hacia una agricultura más eficiente y respetuosa del ambiente”, concluyó Brambilla.
Con este biofertilizante editado, la biotecnología argentina da un paso firme hacia una producción agrícola más rentable, sustentable y alineada con los nuevos estándares globales.