Retenciones: el campo aportaría un 25% más en el primer semestre de 2025

A pesar de la reducción temporal en las alícuotas de retenciones anunciada por el Gobierno a comienzos de este año, el agro argentino aportaría cerca de US$3.300 millones en derechos de exportación durante el primer semestre de 2025, un 25% más que en el mismo período de 2024. Así lo señala un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que destaca el fuerte repunte en el volumen de ventas al exterior como factor clave detrás de este incremento.
Según el relevamiento, el aumento en la recaudación está estrechamente ligado al notable crecimiento en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), que para los primeros seis meses del año alcanzarían las 53 millones de toneladas (Mt). Esta cifra representa un salto del 60% respecto al volumen declarado en el mismo lapso de 2024, y compensa ampliamente la baja de alícuotas que había generado expectativas de una caída en los ingresos fiscales.
Más volumen, menos impuestos… pero más recaudación
A fines de enero, el Gobierno nacional implementó un esquema temporal de reducción de retenciones que incluía una baja del 33% al 26% en el caso de la soja, y de 31% a 24,5% para sus derivados. En tanto, los granos como trigo, maíz, sorgo y cebada pasaron del 12% al 9,5%, mientras que el girasol vio reducido su tributo del 7% al 5,5%.

Este alivio impositivo, vigente hasta el 30 de junio de 2025, fue pensado como un incentivo para estimular la comercialización del agro tras un 2024 marcado por la sequía. En el caso del trigo y la cebada, la reducción se extenderá hasta el 31 de marzo de 2026, contemplando también la cosecha fina que ya comenzó a sembrarse.
No obstante, la expectativa de una baja en la recaudación por retenciones no se cumplió. Según la BCR, el mayor volumen de productos exportados no solo contrarrestó esa reducción, sino que permitió un incremento neto en la recaudación, aún cuando los precios internacionales –especialmente los del complejo soja– fueron más bajos que los registrados en el primer semestre de 2024.
Proyecciones anuales de retenciones: US$6.500 millones
El informe también ofrece una estimación para todo el año 2025: el campo aportaría casi US$6.500 millones en derechos de exportación, lo que representa un incremento de más de US$1.000 millones respecto a 2024. Sin embargo, el documento aclara que esta cifra aún se mantiene lejos de los niveles récord alcanzados en 2021 y 2022, cuando los precios internacionales se encontraban en valores muy superiores a los actuales debido al contexto global pospandemia y al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

El complejo soja, líder absoluto
Del total recaudado, el 80% provendrá del complejo soja, que se estima generará unos US$5.140 millones en retenciones. La razón detrás de este peso específico es clara: la soja y sus derivados siguen siendo los productos agroindustriales con mayor carga tributaria, aún con la reducción temporal de alícuotas.
Dentro del complejo, los subproductos de soja son el rubro que más aportará, con una proyección de US$2.760 millones, cifra similar a la del año pasado. Le siguen el aceite de soja, con US$1.700 millones, y el poroto de soja, que dejaría alrededor de US$600 millones en retenciones.
El documento también destaca que el principal crecimiento interanual proviene del aceite de soja, gracias al mayor flujo exportador registrado desde el inicio del año. Esta dinámica refleja una reactivación de la industria aceitera, que había sufrido en 2024 por la baja disponibilidad de materia prima.

Un aporte clave en tiempos de ajuste
El informe de la BCR subraya que el aporte del sector agroexportador será clave para el equilibrio fiscal que busca el Gobierno, en un contexto de ajuste y menor recaudación por otras vías. La combinación de mayor producción, mejoras logísticas y una política tributaria transitoria parece haber dado resultado, al menos en este primer semestre.
Con la cosecha gruesa avanzando y la exportación tomando ritmo, el campo vuelve a confirmar su papel central como generador de divisas y sostén fiscal en la economía argentina. El desafío hacia el segundo semestre será mantener este nivel de actividad en un contexto global que aún muestra volatilidad en precios y demanda.