Producir sin fitosanitarios: el INTA midió el impacto en rindes con resultados contundentes

Desde 2019, una medida judicial impide la aplicación de fitosanitarios en más de 6.000 hectáreas del partido de Pergamino, una de las zonas más productivas del país. Esa prohibición dejó a unos 100 productores fuera del manejo agrícola tradicional y obligó al INTA Pergamino a adaptar parte de su campo experimental, ofreciendo una oportunidad única para analizar qué ocurre cuando se produce sin agroquímicos.
Cómo producir sin fitosanitarios y con buenos rindes
Con datos de seis campañas agrícolas sin fitosanitarios, el equipo técnico comparó planteos convencionales —con fertilización, fitosanitarios y siembra directa— con otros realizados bajo las restricciones impuestas por la justicia, es decir, sin agroquímicos, sin fertilización y con labranza convencional. El contraste fue fuerte: los rindes y márgenes económicos se redujeron drásticamente en los sistemas sin insumos.
“Los menores gastos que puede tener un sistema de exclusión no alcanzan a compensar la disminución en el rendimiento. Por eso el margen bruto obtenido es menor”, explicó Andrés Llovet, técnico del INTA Pergamino y uno de los responsables del trabajo.

Los resultados muestran que la soja de primera, sin insumos, rindió en promedio solo 15 quintales por hectárea, frente a 36 quintales del sistema convencional. En soja de segunda, el impacto fue aún más profundo: los rendimientos cayeron al 24% del promedio habitual. El trigo, por su parte, rindió un 60% de lo que se obtuvo con el manejo tradicional.
Desde el punto de vista económico, la brecha fue igual de elocuente respecto a los fitosanitarios. En soja de primera, el margen bruto convencional fue de 494 dólares por hectárea, mientras que en el sistema sin agroquímicos arrojó una pérdida de 24 dólares por hectárea. En trigo, el margen cayó de 268 a 167 dólares por hectárea en promedio.
Para evitar distorsiones, los técnicos valorizaron la maquinaria como si fuera contratada, incluso en los casos en los que se utilizó maquinaria propia, y no se aplicó ningún insumo químico durante los ensayos.

Además de medir el impacto de fitosanitarios en los cultivos tradicionales, el equipo del INTA analizó opciones alternativas para producir en zonas con restricciones, como la producción de forraje sin animales en el lote, y el engorde de bovinos a pasto con suplementación de grano. Esta última estrategia mostró márgenes más estables entre campañas, aunque con desafíos logísticos y de seguridad.
“La agricultura tiene más variabilidad interanual. El forraje ofrece márgenes más bajos pero más estables, y la carne con suplementación es la que empieza a mostrar resultados más promisorios. Pero tener animales cerca de rutas o ciudades trae otros riesgos: robos, escapes, accidentes”, detalló Llovet.
Según el técnico, el trigo es el cultivo que mejor se adaptó a las restricciones por su estabilidad, y también destacó los planteos de vicia seguidos de maíz tardío, que ayudan a incorporar nitrógeno al suelo.
La prohibición de fitosanitarios surgió en agosto de 2019 por una medida cautelar que impuso una franja de exclusión de 1095 metros para aplicaciones terrestres y 3000 metros para aéreas en torno al ejido urbano. Hasta entonces regía una ordenanza que limitaba las aplicaciones a 100 metros y una franja adicional de 500 metros con restricciones.

El estudio no pretende discutir la validez de las medidas judiciales, sino aportar datos reales sobre lo que implica producir sin insumos químicos en plena zona núcleo. “No todos los periurbanos son iguales. En pueblos chicos quizás uno puede hacer ganadería con menos riesgo. Pero en ciudades grandes como Pergamino, con más de 100.000 habitantes, los desafíos son distintos”, advirtió Llovet.
Desde el INTA concluyeron que se continuará trabajando en estrategias viables para contextos restrictivos, incluyendo sistemas silvopastoriles, combinaciones de cultivos y nuevas formas de comercialización. El objetivo, dijeron, es aportar información útil para construir una producción sustentable y adaptada a las nuevas realidades.