El pollo se consolida como un alimento saludable y accesible en la dieta argentina

La carne de pollo sigue consolidándose como uno de los alimentos más consumidos y confiables en la mesa de los argentinos. Así lo refleja la tercera edición del estudio sobre creencias y hábitos de consumo realizado por el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), cuyos resultados fueron presentados durante el XXIII Congreso Argentino de Nutrición de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), celebrado en Buenos Aires entre el 3 y 5 de septiembre.
La investigación, desarrollada junto a la consultora Marketing con Sentido, combinó metodologías cualitativas y cuantitativas para conocer en profundidad la percepción de los consumidores. Participaron 900 personas de entre 25 y 65 años, de distintos niveles socioeconómicos y regiones del país, con el objetivo de indagar en hábitos de consumo, creencias y valoraciones sobre la carne de pollo y la industria avícola local.
“El estudio nos permite escuchar al consumidor, conocer sus expectativas y adaptar nuestras estrategias para seguir fortaleciendo la confianza en un alimento clave dentro de la dieta argentina”, destacó María Dolores Fernández Pazos, directora ejecutiva de CEPA.

El pollo, una elección cotidiana
Los resultados revelan que la carne de pollo está firmemente arraigada en la vida diaria de los argentinos. Más de la mitad de los encuestados declaró consumir pollo entre una y tres veces por semana, consolidando a este producto como una de las principales fuentes de proteína animal en el país.
Entre los motivos que explican su elección, el 53% de los participantes la asocia directamente con salud, el 26% con precio competitivo y el 18% con practicidad y versatilidad para la cocina. En paralelo, el estudio detectó una tendencia cultural hacia la “vuelta a la cocina”, donde los consumidores valoran preparar platos caseros y saludables con ingredientes simples y confiables.
Confianza y trazabilidad: prioridades de los consumidores
Otro hallazgo destacado del estudio es la preferencia por las pollerías tradicionales. El 69% de los encuestados manifestó optar por estos comercios frente a los supermercados, principalmente por la atención personalizada y la percepción de mayor frescura. “El ‘pollero’ sigue siendo un referente de confianza y garantía de calidad para el consumidor argentino”, resalta el informe.

Además, el 87% de los participantes expresó interés en conocer el origen y proceso productivo de la carne de pollo, evidenciando una demanda creciente por transparencia y comunicación. “El consumidor actual quiere saber de dónde viene lo que come y cómo se produce. Es una oportunidad para que la industria muestre todo el trabajo que hay detrás de cada pieza de pollo que llega a la mesa”, afirmó Silvina Campos Carles, del equipo de investigación de CEPA.
Resultado del trabajo de la industria
Según los especialistas, la valoración positiva de la carne de pollo refleja años de inversión en tecnología, control sanitario y desarrollo de productos adaptados a diferentes perfiles de consumidores. “Los niveles actuales de consumo consolidan los esfuerzos de la industria por ofrecer calidad, accesibilidad y opciones para todos los bolsillos”, señaló Fernández Pazos.
El estudio también subraya que, pese a la percepción favorable, existe espacio para mejorar en comunicación y destacar atributos como origen nacional, bienestar animal y aporte nutricional. En este sentido, el Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) cumple un papel clave al difundir información científica y confiable entre profesionales y consumidores.

Escuchar para mejorar
El trabajo de CEPA se inscribe en una estrategia de investigación continua, con el fin de comprender la evolución del consumidor y anticipar nuevas tendencias. “Estos estudios son fundamentales para ajustar políticas de producción y comunicación. Nos ayudan a sostener la confianza en un producto que ya forma parte del ADN alimentario argentino”, concluyó Campos Carles.
Con estos resultados, la carne de pollo se consolida como un alimento cotidiano, práctico y saludable, cuya popularidad se sustenta en una fórmula simple pero poderosa: confianza, calidad y cercanía. En un país donde la alimentación familiar ocupa un lugar central, el pollo refuerza su rol como opción accesible, nutritiva y confiable para millones de argentinos.