Las zonas que tendrán lluvias excesivas en el fin de semana
El campo argentino atraviesa un fin de semana crítico desde el punto de vista meteorológico, con áreas que podrían recibir lluvias superiores a los 150 milímetros en muy pocas horas, especialmente en Santa Fe y Entre Ríos. El escenario se combina con un factor adicional de preocupación: los pronósticos estacionales ya anticipan que diciembre será más seco y cálido de lo normal, un patrón compatible con la consolidación del fenómeno La Niña, que comienza a dejar señales cada vez más claras.
Durante los últimos días, una ventana de tiempo estable, con sol, calor y baja humedad, permitió avanzar con la cosecha en la mayor parte del norte del país. A pesar de que varias zonas productivas del este y centro de Buenos Aires continúan afectadas por excesos hídricos, se perfila una campaña fina de rindes muy altos, incluso con potenciales marcas históricas.
Sin embargo, la distribución de lluvias durante noviembre mostró una notable irregularidad. Mientras la región central recibió tormentas frecuentes y acumulados importantes, sectores del norte argentino transitaron un mes con precipitaciones escasas. Los primeros impactos del patrón climático actual ya se observan con claridad: menos agua, más calor y evaporación elevada.
El norte del país, con señales tempranas de estrés hídrico
Un ejemplo crítico es la región chaqueña, que atravesó días consecutivos con máximas cercanas a los 38°C y prácticamente sin lluvias durante los últimos 40 días. Allí, el suelo comenzó a perder humedad de manera acelerada, algo especialmente preocupante en la etapa inicial de crecimiento de la soja y en el avance hacia la madurez de los lotes de maíz temprano, dos cultivos extremadamente dependientes de la disponibilidad de agua.
Los mapas de balance hídrico, elaborados de manera regular para evaluar la capacidad de almacenamiento en el perfil del suelo, muestran que amplias zonas de Santiago del Estero, Chaco, el norte de Santa Fe y Formosa ya se encuentran en niveles críticos, con suelos muy secos y necesidad urgente de lluvias.
En contraste, hacia el este y sur del país la situación es menos comprometida: allí se observan reservas moderadas, en torno al 30% de la capacidad total. No obstante, la zona núcleo continúa siendo el área más favorable, gracias a lluvias casi constantes desde fines de septiembre.
Un episodio de lluvias de alto impacto
Una perturbación de escala regional en niveles medios y altos de la atmósfera será la responsable de un evento de lluvias y tormentas de amplia cobertura, que afectará a todas las zonas agrícola-ganaderas, desde el norte de la Patagonia hasta el extremo norte.
Hoy sábado será la jornada de mayor actividad: se esperan precipitaciones significativas en Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires —especialmente su porción centro-norte— y en la región chaqueña. En varios departamentos podrían alcanzarse acumulados superiores a 50 mm, con picos de 100 mm o más, acompañados por un descenso moderado de la temperatura y viento del sector este.
El domingo, aunque se prevén momentos de mejora, la inestabilidad volverá a intensificarse sobre Buenos Aires y el Litoral, mientras que las precipitaciones también alcanzarán el norte de la Patagonia.
Zonas con mayor riesgo de lluvias excesivas
Todo indica que será un evento de desplazamiento lento, lo que aumenta la probabilidad de acumulados extraordinarios en áreas puntuales. Según los modelos analizados, Santa Fe y Entre Ríos son las provincias con mayor riesgo de lluvias excesivas, con potenciales registros que podrían superar los 150 mm entre sábado y domingo. Esto eleva el riesgo de anegamientos, inundaciones localizadas y complicaciones para la actividad agrícola y ganadera.
Diciembre: un mes que podría encender alarmas
Los pronósticos extendidos advierten que diciembre se perfila como un mes más cálido y más seco de lo normal, un combo que podría generar un rápido deterioro de la humedad en el suelo, especialmente si se concretan los excesos de corto plazo y luego sobreviene un período prolongado sin lluvias.
Para el campo, la advertencia es clara: el fin de semana dejará agua en zonas que la necesitan, pero también podría sumar complicaciones en regiones que ya están saturadas. Y, en el horizonte inmediato, aparece un diciembre que exigirá un monitoreo constante y decisiones rápidas.
