La inflación de julio fue del 1,9% y acumuló un 36,6% interanual, según el INDEC

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este miércoles que la inflación de julio de 2025 se ubicó en el 1,9%, marcando una leve aceleración respecto al 1,6% registrado en junio. Con este dato, el índice de precios al consumidor (IPC) acumuló un incremento del 17,3% en los primeros siete meses del año, mientras que en la comparación interanual el alza alcanzó el 36,6%.
El dato se conoció en un contexto en el que el Gobierno busca consolidar la tendencia de desaceleración inflacionaria, luego de que mayo mostrara un 1,5% —el nivel más bajo en cinco años— y junio se ubicara apenas una décima por encima.
Rubros con mayores y menores subas
Dentro del desglose mensual, el sector de Recreación y cultura fue el que más aumentó en julio, con una variación del 4,8%. El INDEC señaló que este incremento estuvo impulsado por el encarecimiento de paquetes turísticos, entradas a espectáculos y bienes vinculados al tiempo libre, en pleno receso invernal.
En el otro extremo, Prendas de vestir y calzado registró una baja del 0,9%, en gran parte por las liquidaciones de temporada que aplicaron comercios para estimular las ventas. Esta caída amortiguó en parte el índice general, algo que ya se había observado en meses anteriores con variaciones negativas en el mismo rubro.

Expectativas y proyecciones
El resultado oficial se ubicó levemente por encima de la proyección del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, que había estimado una inflación del 1,8% para julio. El relevamiento, que reúne las proyecciones de más de 40 consultoras, entidades financieras y centros de investigación, también anticipa que el segundo semestre podría mostrar una inflación mensual promedio inferior al 2%, si se mantienen las actuales condiciones cambiarias y fiscales.
La expectativa se basa en que, a pesar de la suba de casi 14% del dólar oficial durante julio, el traslado a precios fue más moderado de lo que preveían las estimaciones privadas. Según economistas, este comportamiento responde a una menor inercia inflacionaria que en años anteriores y a una mayor estabilidad en los precios mayoristas.

Comparación histórica
El 1,9% de julio corta una racha de dos meses consecutivos de inflación por debajo del 1,7%, pero se mantiene en niveles que, para los analistas, muestran una “desaceleración sostenida” respecto a los últimos años. En 2024, por ejemplo, la inflación mensual promedio había sido del 4,2%, con picos cercanos al 6% en el segundo trimestre.
En términos interanuales, el 36,6% registrado en julio es uno de los más bajos desde 2017, aunque todavía se ubica por encima de las metas de inflación que maneja el equipo económico para fin de año, fijadas en torno al 30%.

Impacto en salarios y consumo
La moderación inflacionaria es observada con atención por sindicatos y empresas en el marco de las paritarias. Según datos del Ministerio de Trabajo, los salarios registrados crecieron un 19,5% entre enero y junio, levemente por encima de la inflación acumulada en ese período. Si bien esto permitió una recuperación parcial del poder adquisitivo, en algunos sectores el ajuste salarial se percibe todavía rezagado.
En cuanto al consumo, informes de cámaras empresarias señalan que la estabilidad de precios en rubros esenciales, como alimentos y bebidas, ayudó a frenar la caída de ventas que se había profundizado en 2024. No obstante, las compras de bienes durables siguen mostrando un bajo dinamismo, en parte por las tasas de interés reales positivas y la prudencia de los consumidores frente a la volatilidad cambiaria.

Perspectivas para los próximos meses
Para agosto, las estimaciones preliminares de consultoras privadas apuntan a un índice de entre 1,6% y 1,8%, dependiendo de la evolución del tipo de cambio y los precios regulados. Entre los factores de riesgo mencionan el posible impacto de aumentos en tarifas de servicios públicos, que aún no se reflejaron plenamente en los datos de julio.
El Ministerio de Economía, por su parte, destacó que el nivel de inflación actual permite proyectar un crecimiento real del salario y una mejora en las condiciones de financiamiento interno. “El desafío es consolidar esta tendencia en un año con alta sensibilidad política y económica”, señaló un vocero de la cartera.
De confirmarse un segundo semestre con inflación por debajo del 2% mensual, 2025 podría cerrar con el índice más bajo en más de una década, lo que representaría un cambio sustancial en la dinámica macroeconómica del país. Sin embargo, especialistas advierten que la estabilidad dependerá de que no se produzcan shocks externos o internos que alteren el actual equilibrio.