Un invierno fuera de lo común: la humedad domina el escenario agrícola

El invierno 2025 está lejos de parecerse a los típicos inviernos secos que suelen marcar el pulso de la región pampeana. Con lluvias persistentes, nieblas densas, y una humedad constante que no da tregua, el campo atraviesa semanas de condiciones atípicas que ya impactan en los cultivos de invierno y marcan un escenario climático que exige atención por parte de los productores.
Durante la última semana, las lluvias ganaron protagonismo en el litoral, el este cordobés y el norte argentino. Registros superiores a los 25 mm se observaron en sectores del este de Córdoba, mientras que en provincias como Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Misiones y el este de Formosa, los acumulados oscilaron entre los 10 y 20 mm. Estas precipitaciones, si bien no resuelven del todo los déficits hídricos heredados, permiten recuperar humedad en el perfil del suelo, clave para los cultivos de invierno como trigo y cebada.
El mapa de balance hídrico actualizado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) muestra niveles de agua útil superiores al 70% en las principales zonas trigueras del país. Esto no solo sostiene la expectativa de buenos rindes, sino que acompaña el aumento en la superficie sembrada durante esta campaña fina. En este contexto, la humedad actúa como una aliada, aunque también obliga a replantear manejos agronómicos por los riesgos de enfermedades fúngicas y problemas logísticos.
La nieve vuelve con fuerza en la Patagonia
Mientras tanto, en la Patagonia el invierno se manifiesta con toda su intensidad. El ingreso de una masa de aire muy frío provocará temperaturas de hasta -15°C o menos en la meseta, y una esperada nevada significativa que dejará acumulados superiores al metro en sectores altos de Neuquén y Mendoza. Este será el primer episodio de nevadas intensas del año y, aunque tardío, es recibido con alivio por las actividades económicas locales y el turismo.

Las condiciones permitirán ver nieve en lugares menos habituales como la ciudad de Neuquén, el oeste pampeano y zonas bajas de Cuyo, algo poco frecuente. La combinación de un sistema de baja presión en altura con humedad aportada por vientos del este generará nevadas persistentes en todo el noroeste patagónico, dejando un paisaje invernal marcado y necesario tras un inicio de temporada con escasa nieve.

Centro y norte del país: humedad y más humedad en este invierno
En contraste, el centro y norte del país no registrará frío extremo durante el fin de semana, pero sí un descenso térmico moderado acompañado por alta nubosidad, lloviznas y temperaturas mínimas que rondarán los 6°C, con máximas que no superarán los 15°C. Se espera el desarrollo de tormentas y chaparrones de variada intensidad, sobre todo en el litoral y norte argentino.
Las lluvias más importantes se darán entre la tarde del sábado y el domingo en el norte de Santa Fe, Corrientes, este de Chaco, Formosa y Misiones, con acumulados que podrían alcanzar entre 40 y 80 mm.
La semana próxima arrancará con condiciones más estables, pero aún húmedas. El viento del noreste aportará algo de calor, aunque la presencia de nieblas y nubosidad será una constante. A partir del miércoles 30 de julio se espera una nueva perturbación atmosférica que dejará lluvias en Buenos Aires y el litoral, con máximos de 45 a 60 mm especialmente en Entre Ríos.

Agosto también húmedo
Los modelos de mediano plazo anticipan que agosto comenzará con lluvias por encima de lo normal en el norte de Corrientes, Misiones y el este de Formosa. Para la región pampeana, en cambio, se prevén precipitaciones normales a levemente superiores, sin una mejora marcada en la estabilidad.

En definitiva, este invierno húmedo y variable obliga a los productores agropecuarios a estar atentos a las ventanas de buen tiempo, adaptar las estrategias de manejo y, en el caso de la ganadería, preparar infraestructura para enfrentar semanas de barro, nieblas y lloviznas. Lejos de los inviernos secos tradicionales, 2025 impone un desafío climático que recién comienza.