Ganadería: la raza francesa Maine-Anjou que conquistó el mundo con su eficiencia y docilidad


Nacida en los fértiles valles del oeste francés, la raza de ganadería Maine-Anjou se ha consolidado como una de las más completas del mundo gracias a su equilibrio entre crecimiento, calidad de carne, fertilidad y mansedumbre. Con una historia que se remonta al siglo XIX, esta raza de doble propósito se ha expandido con éxito a más de una decena de países, incluida la Argentina, donde su presencia sigue creciendo entre los productores que buscan eficiencia y rendimiento en sus sistemas de cría y engorde.

Una raza con raíces profundas en la tradición francesa

La historia de la Maine-Anjou comienza a finales del siglo XIX, cuando se cruzaron vacas de la raza Mancelle, típicas de la región de Mayenne, con toros Shorthorn, una raza británica especializada en carne. Este cruce tuvo como objetivo combinar la rusticidad y capacidad lechera de la Mancelle con la conformación carnicera del Shorthorn. El resultado fue una nueva raza que rápidamente destacó por su formato corporal, facilidad de engorde y excelente comportamiento tanto en la producción de carne como de leche.

En 1908, los criadores franceses consolidaron esta nueva raza formando una sociedad que la bautizó Maine-Anjou, en referencia a las regiones de Maine y Anjou, ubicadas en la confluencia del río Mayenne con el Loira. Allí, sobre pasturas naturales, las primeras generaciones de Maine-Anjou demostraron su capacidad para crecer y producir leche sin suplementos, transformándose en la raza más popular de la zona.

Ganadería, Maine-anjou

Aptitudes que la distinguen en la ganadería

El Maine-Anjou es un bovino grande, con terneros que pesan alrededor de 50 kg al nacer. Su velocidad de crecimiento y su notable precocidad lo hacen ideal tanto para sistemas de producción de novillos pesados como para la obtención de añojos precoces. Un añojo de 18 meses puede rendir en promedio 400 kg de canal, con una carne bien coloreada, entreverada y de excelente conformación.

Pero además de sus virtudes cárnicas, la raza conserva sus raíces mixtas. En algunas zonas de Francia, las vacas aún se ordeñan, alcanzando producciones promedio de 4.205 kg de leche por lactancia, con un tenor graso del 3,90% y un contenido proteico del 3,42%. Otro dato distintivo es el alto porcentaje de partos dobles (8%), lo que incrementa la productividad por vaca. Con buenas condiciones de manejo, las madres logran destetar un ternero por año, con pesos promedio cercanos a los 300 kg al destete.

Ganadería, Maine-anjou

Selección genética y expansión global

A lo largo del siglo XX, el programa de selección genética de la raza se orientó a conservar las cualidades maternales y potenciar sus atributos carniceros. Se presta especial atención a la facilidad de parto, para asegurar tanto la supervivencia del ternero como el bienestar de la madre.

Desde hace más de 20 años, la Maine-Anjou ha sido exportada a múltiples destinos ganaderos: Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Rusia, Japón, Australia y Nueva Zelanda, entre otros. En todos ellos, se ha adaptado con éxito a climas y sistemas productivos diversos. Su presencia en Argentina responde a la búsqueda de razas con alta eficiencia alimentaria y valor de carcasa.

Ganadería, Maine-anjou

Una raza completa: eficiencia y rentabilidad

Las características que posicionan a la Maine-Anjou como una de las razas más valoradas por los ganaderos incluyen su docilidad (lo que facilita su manejo en el campo y en el feedlot), su alta fertilidad, precocidad sexual, y su notable capacidad de producción lechera, que asegura un buen crecimiento de los terneros al pie de la madre.

Además, la raza destaca por su eficiencia alimentaria: los novillos ganan más peso que la mayoría de las razas con menor consumo de alimento. Este rasgo, combinado con la alta demanda de terneros por su buena conformación, crecimiento y calidad de carne, hace que el valor de reventa tanto de madres como de terneros sea muy competitivo en el mercado.

Ganadería, Maine-anjou

En resumen, la Maine-Anjou representa una opción estratégica para los sistemas ganaderos que buscan productividad sin resignar facilidad de manejo ni calidad de producto. Su historia centenaria y su proyección global demuestran que esta raza francesa no solo tiene pasado, sino también mucho futuro.