Ganadería: la faena de hembras alcanzó el 48,9% en abril

El mercado de la ganadería argentina enfrenta una coyuntura compleja, caracterizada por señales de alerta que comienzan a encenderse en distintos frentes de la cadena productiva. El último informe del Rosgan, elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, expone cinco indicadores clave que permiten tomar el pulso del sector durante abril. Entre ellos, destaca un preocupante aumento en la participación de hembras en la faena, un cambio en el esquema cambiario que afecta a los exportadores y datos dispares sobre las exportaciones de carne.
Una señal preocupante para la ganadería: la faena de hembras trepa al 48,9%
El dato más inquietante del mes para la ganadería fue el fuerte incremento en la participación de hembras en la faena total, que trepó al 48,9%. Este porcentaje se considera una señal técnica de posible liquidación de vientres, lo que podría comprometer la reposición futura y afectar la sostenibilidad del rodeo nacional.
En números concretos, de un total aproximado de 950.000 animales enviados a faena, 215.000 fueron vacas y alrededor de 230.000 fueron vaquillonas y terneras. De mantenerse esta tendencia, se trataría de uno de los registros más elevados para un mes de abril en los últimos 25 años, solo comparable con los años 2009, 2019 y 2023, todos momentos de elevada incertidumbre económica o crisis sectoriales.
La implementación del nuevo esquema cambiario, con un régimen de flotación administrada y el fin del dólar “blend”, generó una merma en la competitividad del sector exportador de la ganadería. Actualmente, los exportadores reciben un tipo de cambio efectivo cercano a los $1.170 por dólar, frente a los $1.300 que obtenían previamente con el Programa de Incremento Exportador (PIE). Esta caída del 10% se siente con fuerza en los márgenes del negocio, particularmente en un contexto donde la carne vacuna continúa pagando un 6,75% de retenciones, salvo en el caso de los cortes provenientes de vacas.

Exportaciones mixtas: suba general pero caídas en productos específicos
Pese a estas dificultades para la ganadería, las exportaciones de carne vacuna muestran señales de crecimiento. Según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), hasta el momento se certificaron 38.538 toneladas de carne para exportación durante abril (en 17 días hábiles), lo que anticipa un aumento del 9% respecto al promedio diario de marzo.
Sin embargo, esta tendencia no es homogénea en todos los productos. Las certificaciones de huesos con carne registraron una fuerte caída del 28% mensual, mientras que las de menudencias bajaron un 4%, lo que podría reflejar una desaceleración en la demanda de algunos mercados secundarios o ajustes en la composición de los envíos.
En contraste con las tensiones internas, el precio del novillo en el Mercosur alcanzó un valor récord de USD 4,06 por kilo carcasa, el más alto desde mediados de 2022. El índice Faxcarne, que monitorea los precios regionales, marcó un incremento de 17 centavos en la última semana y acumula una suba de 22 centavos en dos semanas. Esta mejora responde tanto a una demanda internacional sostenida como a la reciente debilidad del dólar estadounidense, que mejoró los precios relativos en moneda local.

Cuota Hilton en retroceso: caída del 22% en las certificaciones
Finalmente, el informe de Rosgan también señala una importante contracción en los envíos de carne para la Cuota Hilton, una de las más prestigiosas para la ganadería argentina. En lo que va de 2025, las certificaciones de bovinos para este cupo cayeron un 22%. De más de un millón de cabezas provenientes de campos habilitados para faena con destino a la Unión Europea, solo 843.000 fueron aptas para Hilton.
El dato refleja una escasez de oferta de animales que cumplan con los requisitos de peso y calidad exigidos por este segmento premium, lo que pone en evidencia una posible pérdida de posicionamiento en un mercado clave.

Los indicadores del mes de abril configuran un panorama complejo para la ganadería argentina. Mientras la exportación muestra cierta dinámica, la caída del tipo de cambio, la elevada faena de hembras y la contracción en segmentos estratégicos como la Cuota Hilton generan preocupación en un sector que ya enfrenta desafíos estructurales. Los próximos meses serán clave para definir si estas señales se consolidan como tendencia o si logran revertirse con políticas que devuelvan previsibilidad y rentabilidad al negocio ganadero.