Ganadería en zonas áridas: claves para anticiparse a las heladas


La ganadería en regiones áridas y semiáridas como gran parte del territorio mendocino enfrenta desafíos constantes debido a las condiciones climáticas extremas y cambiantes. La gestión eficiente de los recursos forrajeros y reproductivos se convierte en un aspecto central para sostener la productividad y minimizar riesgos. En este contexto, el próximo 25 de junio, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) junto con el INTA Rama Caída llevarán adelante una nueva Jornada a Campo en el establecimiento “La Sofía”, en General Alvear, Mendoza, donde se compartirán herramientas y estrategias concretas para potenciar la eficiencia del rodeo en estas zonas.

Un entorno desafiante para la ganadería, pero con oportunidades

En zonas de ganadería como las del secano mendocino, los sistemas de cría bovina dependen en gran medida de los recursos naturales disponibles, fuertemente condicionados por la variabilidad climática. “Gestionar eficazmente un sistema de cría significa integrar el ambiente y la empresa como un todo”, explicó Sebastián Mora, especialista del INTA Rama Caída. A su vez, destacó que “cada decisión técnica impacta directamente en lo económico y en lo ambiental”.

El investigador remarcó que existen tres momentos críticos que requieren especial atención en estos sistemas: la definición de la preñez del próximo ciclo, la recuperación de la condición corporal de la vaca y su mantenimiento durante el invierno y el preparto. Frente a esto, el INTA desarrolló un esquema conceptual específico para zonas áridas que permite comprender mejor la interacción entre ambiente y empresa productiva.

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La planificación forrajera como herramienta central

Entre las estrategias clave para la ganadería, Mora y su colega Adrián Orozco subrayaron la importancia de la planificación forrajera y el ajuste de carga animal, como forma de equilibrar oferta y demanda. Esta herramienta permite proyectar cuánta comida estará disponible para el ganado y cómo adaptarse en caso de escasez.

Una técnica especialmente valiosa en este contexto es el pastoreo rotativo diferido, que asegura una mejor recuperación de las pasturas y la disponibilidad de forraje en los momentos más críticos. “Durante la parición y el servicio, cuando las vacas están lactando, los requerimientos nutricionales aumentan. Contar con forraje diferido asegura un buen tamaño de bocado”, explicó Mora. Además, en años secos, se puede complementar con suplementación estratégica.

Los beneficios de estas prácticas pueden verse en casos reales. En Estancia Travesía, un establecimiento asesorado por el INTA, la disponibilidad de forraje creció de 150 kg de materia seca por hectárea en 2020 a 250 kg en 2025, gracias al manejo planificado.

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En La Sofía, sede de la jornada del 25 de junio, el pastoreo rotativo permitió reducir la superficie necesaria por animal: antes se necesitaban 20 hectáreas por equivalente vaca/año, y ahora solo 17 hectáreas, mejorando así la carga animal y la eficiencia productiva.

Según Mora, “en todos los casos donde se aplicó esta tecnología, se lograron preñeces mayores al 85 % en los últimos tres años”, y añadió que el destete oportuno también es clave para evitar pérdidas de condición corporal en las vacas y garantizar su regreso a celo.

Jornada a Campo: capacitación y tecnología en acción

Con entrada libre y gratuita, y bajo el lema “Herramientas claves para una ganadería sustentable”, la jornada organizada por el IPCVA e INTA Rama Caída incluirá disertaciones técnicas a cargo de reconocidos especialistas, entre ellos Lisandro Blanco (EEA Chamical), Aníbal Pordomingo (INTA Anguil), Sebastián Mora y Adrián Orozco (INTA Rama Caída), y Adrián Bifaretti (IPCVA), quien presentará una mirada innovadora sobre el vínculo entre la producción y el consumidor a través de inteligencia artificial.

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Además, se realizarán dos recorridas a campo, donde se mostrará el uso del rolado para intervenir el pastizal natural y el manejo de la condición corporal a través del control de la lactancia.

La preinscripción está abierta y los cupos son limitados. Los interesados pueden anotarse en el siguiente enlace: Formulario de inscripción a la Jornada a Campo

En definitiva, en zonas áridas como Mendoza, anticiparse es más que una ventaja: es una estrategia imprescindible para producir con eficiencia y sustentabilidad.