La cosecha 2024/25 apunta a ser la segunda mayor de la historia


El campo vuelve a acomodar las fichas de la economía argentina con la cosecha. Luego de un arranque de campaña marcado por la falta de lluvias y las olas de calor de enero, el cambio de patrón climático desde febrero disparó las previsiones productivas y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaba de ponerle número al “salvataje”: 135,7 millones de toneladas, apenas 2 % por encima del ciclo previo y a un paso del récord absoluto de 2018/19.

Más volumen significa más dólares. Con este nuevo cálculo, el complejo agroexportador aportaría US$ 31.633 millones en 2025, cifra clave para un Banco Central urgido de divisas y para un Gobierno que necesita oxígeno fiscal. Solo en el primer cuatrimestre ya se liquidaron US$ 10.600 millones, el tercer mejor registro de la última década.

Soja y maíz: caras opuestas de la cosecha gruesa

La oleaginosa amplió su superficie en 1,3 M ha y alcanzó 17,8 M ha, pero las altas temperaturas de enero y un verano seco en el norte restaron potencial. El rinde medio caería 5,7 % interanual y la producción final también se ubicaría en 48,5 Mt, un 3 % menos que en 2023/24.

El maíz, en cambio, sintió el ajuste de área: 8,3 M ha (-19,7 %), la menor superficie en cinco campañas. Aun así, con rindes que se sostienen en la zona núcleo, la BCR ratifica 48,5 Mt cosechadas. La paridad entre ambos cultivos deja un empate técnico inédito en la historia reciente.

Cosecha, soja, 8 años, atraso

Trigo y cebada encabezan la remontada de los invernales

El gran salto lo dio el trigo: los buenos precios de la urea y el alivio hídrico dispararon la intención de siembra un 25 % y el área trepó a 6,9 M ha. Con rendimientos 7,4 % mejores, la producción alcanzó 20,1 Mt, un 39 % más que el ciclo anterior y apenas dos millones por debajo del récord 2021/22. Ese excedente generará un salto exportador del 44 %, hasta 11 Mt.

La cebada también acompañó: sumó 200.000 ha y llega a 1,7 M ha, impulsada por la demanda cervecera internacional y por mejores márgenes frente al trigo en algunas zonas.

Trigo, cosecha, evasión fiscal

Girasol, el tapado del norte

Con 2,2 M ha sembradas y rindes “de buenos a muy buenos”, el girasol terminará en 4,7 Mt, consolidando al NEA como polo aceitero. El mayor aporte de aceite alto oleico abre una ventana comercial extra hacia Europa.

Exportaciones: quiénes suben y quiénes bajan

  • Trigo: +44 %, 11 Mt.
  • Soja en grano: +14 %, 5,2 Mt.
  • Maíz: -7,6 %, 33,5 Mt, impactado por la menor área.

Si se suman aceites y subproductos, el despacho total de los complejos cerealero‑oleaginosos llegaría a 97,4 Mt, un 3 % más interanual. La BCR remarca que la mejora proviene de “un mix de mayor oferta física y precios todavía atractivos pese a la volatilidad global”.

Girasol, cosecha, combustibles

¿Alcanza para torcer la macro?

Los US$ 31.600 millones proyectados no son récord —en 2021 y 2022 se superaron los 32.000—, pero superan en US$ 5.500 millones la magra campaña 2023/24 castigada por la sequía. Economistas consultados destacan tres efectos:

  1. Reservas: permitirían reforzar el saldo del BCRA y suavizar pagos de deuda.
  2. Recaudación: más retenciones y derecho de exportación implican aire fiscal.
  3. Actividad: la mayor disponibilidad de granos empuja transporte, industria aceitera y servicios ligados al agro.

Riesgos en el horizonte

  • Clima: aunque el Niño se despidió y rige neutralidad, un eventual regreso de La Niña hacia la primavera podría complicar la fina 25/26.
  • Logística: la bajante del Paraná volvió a mostrar fragilidades en la hidrovía.
  • Precios internacionales: la guerra en el Mar Negro y la nueva cosecha estadounidense añaden volatilidad.

El campo vuelve a ser el “bombero” de la macroeconomía: con la segunda mayor cosecha de la historia, Argentina gana músculo exportador y divisas frescas para afrontar un 2025 signado por compromisos financieros y necesidad de crecimiento. La campaña no resuelve los desequilibrios estructurales, pero demuestra, una vez más, que cuando el clima acompaña y la tecnología hace su parte, el agro sigue siendo la locomotora de la economía nacional.