Clima 2025/26: entre la neutralidad y La Niña, sin alteraciones extremas

El panorama del clima para la campaña 2025/26 en Argentina comienza a definirse con un escenario que, al menos por ahora, no anticipa grandes alteraciones. Según los últimos pronósticos de consenso sobre el fenómeno El Niño – Oscilación del Sur (ENOS), las condiciones de neutralidad son las que dominan el horizonte, aunque no se descarta la aparición de un evento La Niña, aunque breve y de menor intensidad.
El detalle del clima para las próximas semanas
La información fue publicada por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), que cada semana monitorea los principales indicadores meteorológicos que afectan a la producción agropecuaria nacional. En este caso, el foco estuvo puesto en el comportamiento del sistema océano-atmósfera del Pacífico tropical, que juega un papel clave en la distribución global de las lluvias.
El fenómeno ENOS se refiere a los cambios en la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, que pueden manifestarse como El Niño (calentamiento) o La Niña (enfriamiento), afectando directamente los patrones de precipitaciones en distintas regiones del mundo. Sin embargo, existe una tercera opción menos comentada, pero igualmente importante: la neutralidad, es decir, cuando no se registran anomalías significativas ni de calentamiento ni de enfriamiento.

De acuerdo con el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI), perteneciente a la Universidad de Columbia en Estados Unidos y una de las principales referencias globales en este tema, los modelos numéricos actuales muestran una probabilidad elevada de que continúen las condiciones neutras durante el invierno y parte de la primavera austral.
“En el último pronóstico internacional de consenso del fenómeno ENOS se igualan las probabilidades de La Niña y de neutralidad”, sintetiza la ORA. Esto implica que, si bien podría producirse un enfriamiento del océano durante la primavera y el verano 2025/26, no sería lo suficientemente prolongado como para ser catalogado formalmente como un evento La Niña bajo los parámetros del Centro de Predicción Climática de la NOAA (EE.UU.).

La información disponible hasta junio indica que el sistema océano-atmósfera ya se encontraba en estado neutral. A futuro, el Conjunto Multimodelo de América del Norte —otra fuente clave para interpretar las tendencias climáticas— prevé que podrían iniciarse condiciones propias de La Niña, pero con una duración corta y efectos probablemente atenuados.
Según detalla el reporte, “el enfriamiento del Océano Pacífico no permanecería el tiempo suficiente como para ser considerado un evento La Niña, según la definición oficial de la NOAA, que requiere cinco temporadas consecutivas superpuestas de tres meses”.
Los gráficos que acompañan el informe, construidos a partir del consenso internacional, muestran una probabilidad del 56% de que se mantenga la neutralidad durante el trimestre agosto-octubre. Luego, durante la primavera y el verano del hemisferio sur, las chances de La Niña crecen, pero sin superar significativamente a las de neutralidad.
Para los productores agropecuarios argentinos, este dato no es menor. En años de La Niña suelen registrarse lluvias por debajo de lo normal en regiones clave como la zona núcleo, lo que puede perjudicar el desarrollo de cultivos estivales como soja, maíz y girasol. Por el contrario, una fase neutra implica una mayor incertidumbre, pero también la posibilidad de condiciones más equilibradas, sin extremos de sequía o exceso hídrico.

En definitiva, si bien aún falta para la definición definitiva del comportamiento climático de la campaña 2025/26, los datos actuales permiten cierto optimismo. De mantenerse las condiciones neutrales, el escenario podría ser más estable para la planificación agrícola, aunque como siempre, habrá que seguir de cerca la evolución del Pacífico en los próximos meses.