Biocombustibles: el Gobierno sube 3% el precio del bioetanol y 6% el del biodiésel
La Secretaría de Energía de la Nación volvió a actualizar los precios de referencia para los biocombustibles que se utilizan en la mezcla obligatoria con las naftas y el gasoil en todo el país. La medida, oficializada este lunes en el Boletín Oficial, establece incrementos del 3% para el bioetanol y del 6% para el biodiésel, en un contexto de tensión creciente entre el Gobierno y las cámaras empresarias del sector. Los productores sostienen que los ajustes siguen siendo insuficientes para compensar la suba de costos y mantener la operación industrial.
Estas actualizaciones afectan directamente el valor que las petroleras deben pagar por los biocombustibles que están obligadas, por ley, a incorporar a los combustibles fósiles. El llamado “corte” o mezcla obligatoria busca reducir el uso de combustibles derivados del petróleo, disminuir emisiones contaminantes y promover el desarrollo de cadenas agroindustriales regionales. Sin embargo, el mecanismo de actualización de precios ha sido uno de los principales focos de conflicto en los últimos años.
Los nuevos precios del bioetanol
La resolución 443/2025 fijó el nuevo valor del bioetanol producido a base de caña de azúcar en $918,025 por litro, lo que representa un aumento del 3% respecto al mes anterior y un 30% acumulado en los últimos diez meses. Este sector tiene una fuerte presencia en provincias del norte argentino, como Tucumán, Salta y Jujuy, donde la actividad sucroalcoholera es clave para el empleo y el desarrollo económico local.
A su vez, el bioetanol elaborado a partir de maíz también recibió un incremento del 3%, quedando fijado en $841,394 por litro. La producción maicera de bioetanol se concentra principalmente en Córdoba y parte de Santa Fe, integrando productores, cooperativas e industrias que transforman el grano en energía renovable. Este segmento dentro de los biocombustibles ha mostrado una expansión constante en los últimos años, impulsado por la disponibilidad de materia prima y la incorporación de tecnología en las plantas.

Desde las cámaras empresarias de biocombustibles, sin embargo, advierten que los aumentos no alcanzan a compensar los incrementos en insumos como energías, enzimas, mantenimiento industrial y transporte. Aseguran que muchas plantas operan con márgenes mínimos, lo que pone en riesgo la continuidad de inversiones y el sostenimiento de puestos de trabajo.
Biodiésel: suba más alta pero tensiones vigentes
La resolución 445/2025 dispuso un incremento del 6% mensual para el biodiésel, cuyo nuevo precio quedó establecido en $1,68 millones por tonelada. En lo que va del año, el biodiésel acumula una suba del 58%, aunque el sector señala que la variación del precio internacional del aceite vegetal y del metanol supera ese porcentaje.
El biodiésel es producido mayormente por pymes de economías regionales, que dependen del mercado interno y del régimen de corte obligatorio para sostener sus niveles de actividad. Varias de estas empresas vienen advirtiendo que la actualización de los precios oficiales no acompaña el ritmo real de los costos, lo que podría derivar en reducción de turnos productivos o incluso paradas temporales de plantas.

A su vez, algunas firmas exportadoras que integran la producción con la molienda de soja observan con preocupación la volatilidad internacional y señalan que la falta de previsibilidad regulatoria limita la expansión del sector.
Un debate legislativo clave para el futuro del sector
Los aumentos se dan en un momento en el que el Congreso de la Nación discute una nueva Ley de Biocombustibles, impulsada principalmente por provincias “bioenergéticas” como Córdoba, Santa Fe y Tucumán. El proyecto busca elevar los porcentajes obligatorios de mezcla y establecer un mecanismo automático de actualización de precios, algo que las cámaras consideran fundamental para brindar previsibilidad.

Del lado de la industria petrolera, sin embargo, persisten resistencias a elevar los porcentajes de corte, argumentando que podría impactar en los costos de los combustibles en las estaciones de servicio.
Por ahora, la discusión en torno a los biocombustibles sigue abierta y el equilibrio entre producción, precios internos y competitividad internacional continúa en tensión. Mientras tanto, las empresas productoras de bioetanol y biodiésel esperan que los próximos ajustes reflejen más fielmente su realidad económica para evitar retrocesos en una industria considerada estratégica para el desarrollo territorial y la transición energética.
