Agricultura: el riego por goteo apunta a revolucionar la producción en Argentina
En un contexto en el que la búsqueda de una agricultura con eficiencia y sustentabilidad se vuelve cada vez más urgente, el riego por goteo, históricamente asociado a cultivos intensivos, comienza a ganar protagonismo también en la agricultura extensiva. Así lo afirmó Ezequiel Resnicoff, director general de Netafim Argentina, una empresa de capitales israelíes especializada en esta tecnología, durante el Congreso Maizar realizado en Parque Norte, Ciudad de Buenos Aires.
Netafim, con seis décadas de experiencia a nivel global y 25 años de presencia en Argentina, ha comenzado a consolidar su expansión en zonas clave del país, con una clara apuesta a los grandes cultivos como el maíz. Según explicó Resnicoff en una entrevista con Infocampo, el maíz es uno de los cultivos que mejor responde a la incorporación de tecnología, particularmente en lo que respecta al riego por goteo.
“En este contexto, el maíz explica mucho de nuestro propósito, porque es el cultivo que más responde a la adopción tecnológica. No solamente en términos de riego, sino también porque permite la fertirrigación y otras aplicaciones que aumentan el rendimiento y la eficiencia del sistema productivo”, destacó el ejecutivo.
Aunque la adopción inicial puede parecer compleja, Resnicoff aseguró que, con el tiempo, los productores descubren que se trata de una solución sencilla y sumamente rentable. “Al principio no parece simple, pero realmente termina siéndolo”, afirmó.
Una tecnología que se populariza en la agricultura
Uno de los puntos más destacados de la charla fue la creciente “popularización” del riego por goteo. Tradicionalmente percibida como una tecnología exclusiva para grandes productores o sectores específicos como el de las semillas, hoy comienza a extenderse a una variedad de sistemas productivos.
“Antes parecía que el riego era para pocos, para dueños de campos o para ciertas industrias, pero la verdad es que hoy se está popularizando. Está entrando a muchas nuevas áreas y transformando los ambientes positivamente”, comentó Resnicoff.
Netafim inició su incursión en el maíz a través de un trabajo conjunto con INTA Manfredi, mediante la instalación de un demoplot (lote demostrativo) y el desarrollo de protocolos tecnológicos específicos. A partir de ese primer paso, la empresa ha logrado expandirse hacia nuevos territorios con potencial productivo.
“No solamente trabajamos en el clúster de Córdoba, sino que también estamos entrando al norte argentino, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, la zona núcleo, el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y Entre Ríos”, detalló.
Riego por goteo: más que una herramienta, una inversión
Consultado sobre la vida útil de los equipos, Resnicoff respondió con humor: “No lo sabemos”. Y luego aclaró: “Depende de cómo se mantenga. Es como un auto: si lo cuidás bien, te va a durar por siempre”. Esta analogía refuerza la idea de que el riego por goteo no es un gasto, sino una inversión a largo plazo que puede transformar profundamente la rentabilidad de una explotación agropecuaria.
Uno de los conceptos más potentes que dejó la entrevista fue la capacidad del riego para ampliar las fronteras productivas del país. “El riego es una tecnología que amplía fronteras. Por ejemplo, en la zona norte de la Patagonia, como el Valle Medio o el Valle Inferior, permite convertir hectáreas improductivas —que hoy valen apenas 500 dólares— en tierras comparables a Marcos Juárez, uno de los polos agrícolas más productivos de Córdoba”, sentenció.
Con el respaldo de una tecnología probada a nivel internacional y una estrategia de expansión regional, Netafim busca posicionarse como un actor clave en la transformación de la agricultura extensiva en Argentina. En un escenario marcado por la necesidad de producir más con menos recursos, el riego por goteo se perfila como una herramienta estratégica no solo para mejorar rindes, sino también para llevar la producción a zonas impensadas hasta ahora.
