Alerta por aparición temprana del yuyo colorado: un desafío para los productores

El yuyo colorado (Amaranthus spp.), considerada una de las malezas más resistentes y problemáticas para los sistemas productivos extensivos de Argentina, volvió a encender las alarmas en el agro. Este año, su aparición se adelantó casi un mes respecto a lo habitual, lo que genera preocupación entre productores y asesores técnicos.
Emergencia anticipada y focos de riesgo
Según la Red DIMA de la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), los primeros nacimientos se registraron durante septiembre, cuando normalmente emergen en octubre. Del total de 21 sitios de muestreo que la Red DIMA mantiene en distintas provincias, 15 ya registran la presencia de la maleza, especialmente en localidades de Santa Fe, Córdoba y el norte de Buenos Aires.
“La aparición adelantada parece estar vinculada a la mayor frecuencia de precipitaciones durante el invierno, que habría favorecido la emergencia temprana”, explicó Analía Curti, ingeniera agrónoma e integrante de la comisión de Red DIMA. Este fenómeno climático modifica los tiempos tradicionales de control y obliga a los productores a replantear estrategias antes de lo previsto.

Monitoreo y estrategias de control
Los relevamientos se realizan bajo un sistema de monitoreo estandarizado, que permite obtener datos comparables entre campañas. Esta información resulta clave para anticipar decisiones de manejo y minimizar los impactos del yuyo colorado en los cultivos.
El yuyo colorado se distingue por su alta capacidad de adaptación y resistencia a herbicidas, características que lo convierten en un adversario complejo. Su emergencia temprana genera un desfase en el calendario de control, obligando a los productores a ajustar las estrategias lote por lote para no comprometer el rendimiento de los cultivos.
“La dinámica de las malezas es cambiante, campaña a campaña”, advirtieron desde la Red DIMA, recordando que el monitoreo constante es fundamental para tomar decisiones oportunas.

Impacto en la agricultura extensiva
El adelanto en la aparición del yuyo colorado representa un desafío adicional para los productores, ya que el control debe implementarse antes de lo habitual y con mayor precisión. Esta maleza se caracteriza por su resistencia múltiple a herbicidas, lo que limita las alternativas químicas y aumenta la importancia de estrategias integradas de manejo, incluyendo rotaciones de cultivos y aplicaciones mecánicas.
Además, la emergencia temprana coincide con un período de crecimiento activo de los cultivos, lo que puede incrementar la competencia por nutrientes, agua y luz, afectando la productividad. Por eso, técnicos y asesores recomiendan evaluar cada lote individualmente, ajustando dosis, momentos de aplicación y combinaciones de herbicidas según la densidad de la maleza y las condiciones climáticas.

Un llamado a la prevención
El monitoreo realizado por la Red DIMA no solo permite detectar la emergencia temprana, sino también prever tendencias y planificar acciones de control anticipadas contra el yuyo colorado. Esta información es fundamental para reducir riesgos y mantener la competitividad del sector agropecuario argentino, especialmente en regiones sensibles como Santa Fe, Córdoba y el norte bonaerense.
“La aparición temprana del yuyo colorado obliga a productores y asesores a estar más atentos que nunca. No se trata solo de aplicar herbicidas, sino de diseñar estrategias integrales que consideren la evolución de la maleza, las condiciones climáticas y las características de cada lote”, concluyó Curti.

Un desafío constante
La emergencia adelantada del yuyo colorado es un recordatorio de que las malezas son un problema dinámico y cambiante, que requiere planificación, monitoreo constante y decisiones oportunas.
Con la combinación adecuada de herramientas de manejo químicas, mecánicas y culturales, los productores pueden minimizar el impacto de esta maleza y asegurar la productividad de los cultivos extensivos en un escenario donde los cambios climáticos y las lluvias invernales alteran los patrones tradicionales de crecimiento.
El desafío está planteado, y la capacidad de anticipación y adaptación será clave para enfrentar un adversario que continúa demostrando su resistencia y potencial de daño en la agricultura argentina.