Vino y carne, una alianza estratégica: Argentina impulsa su marca país en el exterior
La carne vacuna y el vino argentino, dos productos que simbolizan la identidad productiva y cultural del país, unen fuerzas para potenciar su posicionamiento en los mercados internacionales. Esta nueva etapa de cooperación quedó sellada con la firma de un convenio entre el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), con el objetivo de profundizar la promoción conjunta, desarrollar estrategias comunes e impulsar acciones que fortalezcan la marca país.
Una alianza histórica para la carne y el vino argentino
El acuerdo, que reafirma y actualiza un compromiso similar firmado en 2012, se concretó en la sede de Coninagro con la participación de destacados referentes del sector agroindustrial. Entre ellos estuvieron presentes los presidentes de ambas entidades, Georges Breitschmitt (IPCVA) y Mario González (COVIAR), junto a autoridades de Coninagro y representantes de cooperativas y organizaciones ligadas a la carne y al vino.
Este convenio estratégico llega en un contexto sumamente favorable para ambos sectores. Según los últimos datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en 2024 la Argentina exportó un total de 935.261 toneladas de carne vacuna, marcando un récord histórico desde 2005. Este volumen consolida al país como uno de los líderes mundiales en exportación de carnes de alta calidad, con una presencia cada vez más sólida en mercados exigentes como China, la Unión Europea e Israel.
En paralelo, el sector vitivinícola también muestra signos de recuperación y crecimiento. Durante el mismo período, las exportaciones de vino y mosto alcanzaron un valor FOB de 854,8 millones de dólares, un incremento del 11 % respecto de 2023. En volumen, se exportaron 207,6 millones de litros, un 5,6 % más que el año anterior, impulsado tanto por vinos fraccionados como a granel.
El acuerdo entre IPCVA y COVIAR plantea un plan de trabajo conjunto con una agenda amplia y ambiciosa. Entre sus ejes principales se encuentran la promoción local e internacional de ambos productos, el intercambio de experiencias en certificaciones de sostenibilidad y producción orgánica, la colaboración en innovación tecnológica y análisis sectoriales, y la capacitación profesional para fortalecer la competitividad de ambas cadenas agroindustriales.
Además, el convenio pone especial énfasis en la articulación entre gastronomía y turismo como herramientas clave para el desarrollo regional. El fomento del enoturismo —una actividad en expansión en provincias como Mendoza, San Juan, Salta y La Rioja— se complementa con la valorización de la carne argentina en circuitos gourmet y experiencias gastronómicas que atraen tanto a consumidores locales como a turistas internacionales.
Otro aspecto destacado es la voluntad de ambas entidades de trabajar sobre estudios e investigaciones que ayuden a anticipar tendencias de mercado, evaluar factores productivos y ambientales, y diseñar estrategias de largo plazo. En este sentido, se integrarán metodologías del Plan Estratégico Vitivinícola 2030 con planes de promoción de la carne vacuna, bajo una lógica de planificación con mirada prospectiva.
“Este convenio viene a reforzar las acciones a futuro, porque el vino y la carne tienen un enorme potencial. Queremos aprovecharlo para obtener mejores resultados y consolidar dos economías clave para el país”, afirmó Georges Breitschmitt, presidente del IPCVA. Por su parte, Mario González, de COVIAR, destacó: “Tenemos oportunidades tanto en el mercado externo como interno, y trabajando juntos podemos potenciarlas aún más. Esta alianza es una declaración de intenciones para seguir posicionando nuestros productos a nivel global”.
En suma, el convenio entre el IPCVA y la COVIAR no solo ratifica una estrategia de cooperación ya iniciada, sino que también proyecta un camino común basado en la complementariedad de productos, el trabajo conjunto y una visión compartida de desarrollo. En tiempos de competencia global y consumidores cada vez más exigentes, la sinergia entre vino y carne promete no solo abrir nuevos mercados, sino también consolidar una identidad argentina sólida, diversa y con valor agregado.
