USDA sacudió los precios: maíz en alza, soja presionada y trigo estable

El último informe mensual de oferta y demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), publicado en agosto de 2025, volvió a poner en movimiento a los mercados internacionales de granos. Con un fuerte incremento en la proyección de maíz estadounidense, un recorte en la soja y ajustes menores en el trigo, los precios globales reaccionaron de manera diferenciada, ofreciendo señales claras a productores y operadores.
El reporte confirma que el escenario internacional sigue marcado por la volatilidad. Cada corrección en las estimaciones de producción, exportación o stocks se traduce en movimientos en las pizarras de Chicago y, por efecto dominó, en los mercados locales de países productores y consumidores.
Maíz: la abundancia presiona pero asegura fluidez
La gran noticia vino del lado del maíz. El USDA proyecta una cosecha récord en Estados Unidos para la campaña 2025/26, con 425,3 millones de toneladas, frente a los 398,9 millones estimados un mes antes. Esta mejora en la oferta se tradujo en una corrección a la baja en los precios del cereal en Chicago, donde los contratos futuros mostraron caídas inmediatas tras la publicación del informe.

Al mismo tiempo, el incremento en las exportaciones estadounidenses, ahora calculadas en 73 millones de toneladas, refuerza la competitividad de este país en el mercado global. El aumento de las importaciones mexicanas a 25,8 millones de toneladas garantiza una demanda firme, que podría atenuar en parte la presión bajista sobre las cotizaciones.
Brasil, con una producción estimada de 137 millones de toneladas, y Argentina, con 50 millones, completan un escenario de oferta abundante que mantiene los precios bajo control, pero que asegura fluidez para la industria y los compradores internacionales.

Soja: recorte en EE.UU. y presión desde Brasil
En soja, el USDA sorprendió con un recorte en la producción de Estados Unidos, que bajó a 116,8 millones de toneladas para el ciclo 2025/26. También redujo sus exportaciones, que pasarán de 47,5 a 46,4 millones. Esta señal de menor oferta en el principal competidor global podría haber impulsado los precios, pero el mercado reaccionó con cautela.

El motivo está en el gigante brasileño: la Conab proyecta una producción 2024/25 de 169,6 millones de toneladas, con exportaciones récord de 106,3 millones. Esta abundancia desde Sudamérica contrarresta el recorte norteamericano y mantiene a los precios de la oleaginosa en un sendero de estabilidad con sesgo bajista.
Argentina, en tanto, logró una leve recuperación con una producción ajustada al alza en 1 millón de toneladas, llegando a 50,9 millones. Aunque no modifica de manera significativa el balance global, aporta un mayor volumen exportable en un mercado que sigue muy sensible a los movimientos de oferta.

Trigo: estabilidad con pequeños ajustes
El trigo mostró los menores cambios en el informe. Estados Unidos ajustó levemente sus stocks finales a la baja, hasta 23,6 millones de toneladas, en línea con un incremento en las exportaciones proyectadas.
La Unión Europea, principal productor global, elevó su cosecha en 1 millón de toneladas, alcanzando 138,2 millones, mientras que Argentina sufrió un recorte de 300.000 toneladas, quedando en 19,7 millones. Estos movimientos, aunque menores, contribuyen a mantener un equilibrio que se refleja en precios más estables en Chicago y en los mercados internacionales.

Qué esperar de los precios
El mercado global de granos ingresa en una etapa de definiciones. El maíz se perfila con abundancia de oferta, lo que presiona a la baja las cotizaciones, pero garantiza disponibilidad para la industria y los compradores. La soja enfrenta una dualidad: menor producción en Estados Unidos pero récords en Brasil, con lo cual los precios podrían mantenerse relativamente estables, aunque con riesgo de nuevas caídas si Sudamérica confirma los volúmenes proyectados. El trigo, por su parte, sigue siendo el cultivo de menor volatilidad, con precios que se mantienen en un rango estrecho.
Para los productores y operadores, el desafío radica en ajustar las estrategias comerciales. En maíz, la clave será aprovechar ventanas de precios antes de que la sobreoferta termine de consolidarse. En soja, el foco estará en seguir de cerca la evolución climática en Sudamérica, que podría alterar las proyecciones. Y en trigo, la atención se concentrará en la dinámica de exportaciones de Estados Unidos y Europa.
El informe de agosto del USDA no solo actualizó números: marcó el pulso de los precios internacionales y ofreció señales claras de hacia dónde se moverán los mercados en los próximos meses.