Récord histórico de embarques de trigo y fuerte tracción de la soja

El complejo agroexportador argentino vive un momento excepcional, con récords en los despachos de trigo y un impulso histórico de la soja, que consolidan al país como un proveedor clave para mercados internacionales. Entre junio y septiembre, los embarques de trigo alcanzaron cifras inéditas, mientras la oleaginosa marcó máximos de exportación en los últimos nueve años, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El trigo argentino gana mercados en África y Asia. Durante el último bimestre, se despacharon 2,9 millones de toneladas, con más de 800.000 toneladas enviadas cada mes, marcando un récord histórico. Brasil se mantuvo como el principal destino, concentrando el 61% del total, pero la competitividad de precios permitió a la Argentina ingresar en mercados inusuales para esta época del año, como África y el Sudeste Asiático.
En África se exportaron más de 530.000 toneladas, principalmente a Angola (246.000 t) y Kenia (155.000 t), mientras que Indonesia y Vietnam recibieron un volumen sin precedentes de 310.000 toneladas. Este dinamismo exportador no solo amplía la presencia internacional del trigo argentino, sino que también refleja la capacidad del país para adaptarse a nuevas oportunidades comerciales.

Impacto en puertos y stock disponible
El movimiento se reflejó en los puertos, con un total de 2,8 millones de toneladas de trigo despachadas entre junio y septiembre, casi tres veces más que en el mismo período de 2023. Esto permitió reducir los stocks que pasarán a la nueva campaña, liberando capacidad de almacenamiento de cara a un ciclo 2025/26 que se proyecta con más de 20 millones de toneladas de producción.
Los exportadores destacan que la eficiencia logística y la competitividad de precios fueron factores clave para alcanzar estos resultados, mientras productores y operadores proyectan mantener esta tendencia de cara a los próximos meses.
Soja: el motor del mercado local
Además del trigo, la soja mantiene su rol protagónico en el comercio exterior argentino. La suspensión temporaria de retenciones y la fuerte demanda internacional impulsaron el ritmo comercial del poroto, con 1,8 millones de toneladas exportadas solo en septiembre hacia destinos como China. En lo que va de la campaña, ya se acumulan 7,2 millones de toneladas embarcadas, el mayor nivel en nueve años.

La demanda de derivados también sostiene el negocio. El aceite de soja alcanzó 3,2 millones de toneladas exportadas, el quinto mejor registro histórico, mientras que la absorción externa total de poroto asciende a 27 millones de toneladas, máximos en seis años. Este dinamismo confirma que la soja sigue siendo un motor clave de divisas y generación de empleo para el sector agroindustrial argentino.
Para octubre, las proyecciones indican que podrían embarcarse hasta 2 millones de toneladas adicionales, lo que configuraría un trimestre récord (agosto-octubre 2025) en exportaciones de poroto, consolidando la posición de Argentina como proveedor confiable de soja en el mercado internacional.
Maíz: un ritmo de embarques más lento
En contraste, el maíz argentino muestra un desempeño más moderado. En septiembre apenas se exportaron 1,6 millones de toneladas, el nivel más bajo en una década. El mercado mundial sigue dominado por Estados Unidos, que mantiene un programa exportador récord y ofrece precios más competitivos que los del cereal brasileño.

Este panorama evidencia la necesidad de estrategias diferenciadas por cultivo, donde trigo y soja logran aprovechar la demanda internacional y la logística nacional, mientras que el maíz enfrenta mayores desafíos para mantenerse competitivo en mercados globales.
Un momento excepcional para el agro argentino
El récord histórico de embarques de trigo y los máximos de soja reflejan un momento destacado para el sector agroexportador. La combinación de competitividad de precios, demanda internacional y eficiencia logística permitió a Argentina consolidar su rol como proveedor estratégico para África, Asia y América Latina.
Los analistas destacan que mantener este nivel de exportaciones requerirá coordinación entre productores, exportadores y autoridades, así como un seguimiento de las tendencias globales de oferta y demanda. De mantenerse la dinámica, el país podría cerrar un ciclo histórico para trigo y soja, reforzando la importancia del sector agrícola en la economía nacional y su aporte a los mercados internacionales.