El trigo 2025/26 empieza a mostrar señales de calidad y ordena las primeras decisiones del mercado
La campaña triguera 2025/26 comienza a transitar sus primeras definiciones comerciales con un insumo clave: la información de calidad. En ese marco, la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) difundió su primer Informe Preliminar de Relevamiento de Calidad de Trigo, un trabajo técnico que, aun en una etapa temprana de la cosecha, aporta previsibilidad y reduce la incertidumbre en el mercado.
A diferencia de otros ciclos, el informe se publica cuando el proceso comercial recién se pone en marcha, lo que permite a productores, exportadores, molinos y operadores logísticos contar con referencias concretas desde el inicio. En un contexto donde la calidad del cereal impacta de manera directa en los precios, los contratos y los destinos industriales, disponer de datos objetivos desde el arranque se vuelve un factor estratégico.
Datos tempranos que influyen en el mercado
Los primeros resultados del relevamiento muestran un peso hectolítrico promedio de 79,4 kg/hl, un indicador central para la clasificación comercial del trigo. Este valor se ubica dentro de parámetros adecuados y funciona como una señal positiva para las primeras operaciones de compraventa, especialmente en el segmento exportador.
En cuanto al contenido de proteína, el promedio informado alcanza el 9,6%, medido sobre una base de 13,5% de humedad. Si bien se trata de un nivel moderado, el informe aclara que la mayor parte de las muestras se mantiene dentro de los estándares comerciales vigentes. En términos de grados, el 28,3% del trigo relevado corresponde a Grado 1, el 66% a Grado 2 y el 5,7% a Grado 3, lo que configura un perfil mayoritariamente aceptable para el mercado.

Estos datos iniciales comienzan a delinear el comportamiento de precios y primas por calidad, especialmente para los destinos industriales que demandan mayores niveles proteicos. A medida que avance la cosecha y se amplíe el muestreo, el mercado irá ajustando expectativas, pero este primer panorama ya actúa como una referencia concreta.
Previsibilidad y transparencia desde el inicio de la cosecha
Uno de los aspectos más valorados del informe es su oportunidad temporal. La publicación en una fase inicial del ciclo comercial fortalece la previsibilidad y mejora la toma de decisiones en los primeros movimientos del trigo nuevo, cuando la información suele ser escasa y las operaciones más sensibles a rumores o estimaciones parciales.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario destacaron el rol institucional de la Cámara Arbitral en este proceso. Su presidente, Gonzalo Almeyda, subrayó que la información fue recopilada y difundida “en los tiempos que el mercado exige”, permitiendo que todos los eslabones de la cadena agroindustrial accedan a datos clave en el momento justo. Según remarcó, esto optimiza decisiones comerciales y logísticas cuando la cosecha comienza a ganar ritmo.

La calidad del trigo no solo define precios, sino también flujos logísticos, destinos de exportación y estrategias de cobertura. Por eso, contar con indicadores técnicos confiables desde el inicio contribuye a ordenar la operatoria y reducir asimetrías de información.
Un relevamiento con base estadística sólida
El informe preliminar se elaboró a partir del análisis de muestras que representan 244.100 toneladas de trigo, lo que equivale al 76,7% del volumen total previsto a muestrear. Este nivel de cobertura le otorga robustez estadística a los resultados, aun tratándose de una instancia inicial del relevamiento.
Las muestras corresponden a la Subregión II Norte, una de las zonas trigueras más relevantes del país. Esta región abarca departamentos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, y suele marcar una referencia temprana para el desempeño del trigo a nivel nacional, tanto en volumen como en calidad.

El trabajo forma parte de una serie de informes que la Cámara Arbitral elabora campaña tras campaña, con el objetivo de aportar transparencia, previsibilidad y herramientas técnicas al mercado de granos. En un escenario donde cada decisión comercial se apoya cada vez más en información precisa y oportuna, estos relevamientos se consolidan como una referencia clave para el trigo argentino.
