El trigo argentino marca un hito histórico y supera todas las proyecciones
La campaña triguera 2025/26 ya puede considerarse histórica. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) elevó su proyección de producción a 25,5 millones de toneladas de trigo, un volumen que no solo supera ampliamente las estimaciones iniciales, sino que además establece un nuevo máximo en la historia agrícola del país. Con más del 30% del área ya cosechada, los resultados consolidan un ciclo con características extraordinarias.
El avance de la cosecha alcanza el 33,9% del área apta, de acuerdo con el relevamiento al 26 de noviembre de 2025. El progreso intersemanal fue notable —13,6 puntos porcentuales— y respalda el optimismo que se instaló entre técnicos y productores. Este desempeño se ubica por encima de los ritmos habituales para esta etapa del ciclo y sienta las bases de un cierre de campaña sin precedentes.
Al actualizar su proyección, la entidad porteña mostró en números concretos la magnitud del fenómeno. La nueva estimación de 25,5 MTn implica 1,5 millones de toneladas de trigo adicionales respecto de lo previsto hace apenas semanas. Se trata de un salto significativo que confirma la tendencia alcista registrada desde el inicio de la trilla.

Rendimientos que sorprenden al mercado
Uno de los pilares del crecimiento proyectado es el comportamiento de los rindes. El rendimiento nacional promedio asciende a 35,9 quintales por hectárea, una cifra que supera cómodamente las proyecciones previas de la BCBA y reconfigura el mapa de productividad a nivel país.
En las zonas centrales del área agrícola, particularmente en el centro-norte y sur de Córdoba, oeste bonaerense y región núcleo, los lotes de trigo están ofreciendo resultados que superan incluso las expectativas de los productores, muchos de los cuales venían de campañas con marcada variabilidad climática.
Este repunte en la productividad ha sido clave para impulsar la proyección nacional. Según los analistas, el comportamiento del trigo evidenció una notable capacidad de recuperación en la recta final del ciclo, especialmente durante las últimas semanas, cuando se esperaba un impacto mayor de los eventos adversos.

El papel clave del clima y el menor daño por heladas
Otro factor decisivo fue la reevaluación del impacto de las heladas tardías de fines de octubre, que en su momento generaron inquietud por su posible efecto sobre el llenado de grano.
Sin embargo, los datos actualizados muestran una realidad distinta: los daños fueron considerablemente menores a los previstos, tanto en intensidad como en superficie afectada. La elevada humedad en el perfil del suelo —producto de lluvias acumuladas durante el desarrollo del trigo— actuó como amortiguador y permitió preservar buena parte del potencial de rinde.
Esta combinación de humedad disponible, estabilidad térmica y lluvias oportunas consolidó un escenario agronómico excepcional. El trigo atravesó etapas críticas con condiciones favorables, lo que explica en gran medida los récords que hoy muestra la campaña.

Avance geográfico y desempeño regional
La cosecha de trigo avanza de norte a sur, con pasos firmes en las regiones que tienden a anticipar el ritmo nacional. El norte del país y las zonas núcleo ya muestran lotes con desempeños sobresalientes, que alimentan la expectativa de un cierre robusto.
En paralelo, el centro bonaerense también aporta rindes superiores a los habituales, reforzando la tendencia positiva. Allí, la combinación entre lluvias en el momento justo y un manejo técnico adecuado permitió capitalizar al máximo la ventana climática.
De todos modos, aún restan por trillar regiones determinantes como el sur bonaerense, cuya contribución histórica al volumen total es decisiva. Los analistas observan que, si se mantienen los rindes actuales en estas zonas, la proyección de 25,5 millones de toneladas podría incluso tener margen de mejora, aunque por ahora la BCBA mantiene su estimación.

Un nuevo techo para la producción argentina
La magnitud de la campaña 2025/26 permite afirmar que el trigo argentino ha redefinido su propio potencial productivo. El volumen estimado supera en 13,8% el récord previo de 2021/22, cuando la cosecha alcanzó las 22,4 MTn. Este salto no solo implica un hito estadístico, sino también una señal estratégica para el futuro del complejo triguero, que se posiciona con fuerza en el mercado internacional frente a la demanda sostenida de países importadores.
Si el desempeño en las zonas que restan cosechar confirma la tendencia actual, Argentina cerrará la mayor campaña triguera de su historia, demostrando resiliencia productiva y consolidando su lugar entre los principales exportadores del mundo.
