Trigo en alerta por la guerra en Medio Oriente: la urea subió al valor más alto en 3 años

La tensión geopolítica en Medio Oriente volvió a impactar en el trigo y la economía argentina, esta vez con consecuencias directas sobre el agro. El conflicto entre Irán e Israel, que desescaló en los últimos días pero aún no se resuelve, provocó un fuerte salto en el precio internacional de la urea, el fertilizante clave para el trigo. Como resultado, la relación insumo/producto alcanzó el valor más alto de los últimos tres años, generando preocupación entre los productores.
Cómo repercute en el trigo la guerra en Medio Oriente
Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la relación Urea/Trigo trepó a 2,8 —desde 2,6 la semana anterior— lo que marca un récord para este momento del año. La situación pone en alerta a muchos productores que, por distintos motivos, aún no habían concretado sus compras de fertilizantes y que ahora ven estrecharse los márgenes potenciales de la campaña 2025/26.
La BCR alertó que esta suba llega en un momento sensible para el trigo argentino, justo cuando comienza la etapa de refertilización en los lotes ya sembrados. Aunque el Gobierno nacional no realizó ajustes en la estimación de superficie total para la campaña fina, la entidad rosarina sí recortó en 50.000 hectáreas la proyección para la zona núcleo, debido a los excesos hídricos en el noroeste y centro-norte de Buenos Aires.

La coyuntura geopolítica opacó así las oportunidades que brindaba el clima. Irán es uno de los principales exportadores globales de urea, y Egipto —otro actor central en este mercado— depende en parte del gas que le provee Israel, insumo esencial para la producción del fertilizante nitrogenado. Juntos, ambos países concentran cerca del 20% del comercio mundial de urea.
Las tensiones bélicas hicieron que las empresas del rubro entren en “modo crisis”, según describió la BCR. Primero desaparecieron las referencias de precio y, luego, el mercado comenzó a reacomodarse con las primeras cotizaciones para la importación. En cuestión de días, el precio de la urea para Argentina se incrementó entre 70 y 80 dólares por tonelada.

A nivel local, según datos de Ingeniería en Fertilizantes relevados por la BCR, el precio de importación (CFR) para el país se ubicó al 19 de junio en USD 450/t, marcando un alza del 8% en solo una semana. En tanto, en el mercado interno (FCA), el valor se disparó un 10%, hasta alcanzar los USD 563/t. Todo indica que, hacia fin de mes, la urea podría superar los USD 600/t a precio productor.
Este fuerte ajuste de costos preocupa especialmente a quienes aún no definieron su esquema de fertilización. En zonas donde las lluvias demoraron las labores de siembra, muchos esperaban señales climáticas más claras antes de tomar decisiones de inversión. Ahora, el escenario cambió bruscamente y los márgenes para el trigo se comprimen.

Más allá del encarecimiento, la BCR llevó algo de tranquilidad al asegurar que no habría problemas de abastecimiento para el mercado argentino. Sin embargo, advirtió que las complicaciones no solo provienen del frente externo: los conflictos sociales en Bolivia también están afectando el suministro de urea, ya que ese país es proveedor relevante para la región.
Con un 70% de la zona núcleo ya sembrada, pero con ritmo lento, el encarecimiento de los fertilizantes podría poner un techo a la superficie total implantada si no hay una mejora en las condiciones comerciales. Desde el sector advierten que la relación insumo/producto es un indicador clave que influye directamente en las decisiones de siembra.

Así, mientras la guerra entre Israel e Irán suma capítulos en el tablero internacional, sus efectos se sienten con fuerza en los lotes del campo argentino. La geopolítica vuelve a recordarle al productor que, muchas veces, los factores que definen su rentabilidad se deciden muy lejos de sus chacras.