Trabajadores rurales: los salarios cierran 2025 con aumentos
Los trabajadores rurales argentinos recibieron buenas noticias de cara al cierre de 2025. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) oficializó las nuevas escalas salariales para el personal permanente de prestación continua, con aumentos que se aplicarán durante los últimos meses del año y un salario mínimo que superará el millón de pesos a partir de febrero de 2026.
La actualización fue publicada mediante la Resolución N° 290/2025, que establece los valores para quienes se encuentran comprendidos en el Régimen de Trabajo Agrario. Según precisaron desde la Sociedad Rural de Jesús María, los salarios de noviembre registrarán un incremento del 2,6% respecto de octubre, mientras que los de diciembre tendrán un aumento adicional del 2,2% sobre los valores de noviembre.
Alivio en contexto de inflación
Este ajuste constituye un alivio para los trabajadores rurales en un contexto de inflación persistente y refleja el compromiso de mantener actualizados los haberes, tal como se había planteado en las negociaciones entre la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y la CNTA. De acuerdo con las proyecciones, la incorporación de los conceptos no remunerativos a los básicos desde febrero de 2026 permitirá que el salario mínimo supere los $1.000.000, cumpliendo así un objetivo histórico del sindicato.
La medida incluye descuentos obligatorios, que forman parte del marco normativo vigente: un 2% por Cuota sindical solidaria, vigente hasta julio de 2026, y, en el caso del personal afiliado a UATRE, un 2% adicional por Cuota de afiliación. Estos montos se descuentan automáticamente del salario y contribuyen al sostenimiento de las estructuras gremiales y a los servicios que brindan a los afiliados.

Impacto en los trabajadores y el sector
Para los trabajadores rurales, este ajuste no solo representa un respaldo económico frente a la inflación, sino también una reafirmación de la importancia de su labor en un sector clave de la economía argentina. La actividad agropecuaria demanda dedicación constante, y el personal permanente de prestación continua cumple un rol central en la producción de alimentos y en el mantenimiento de la infraestructura rural.
Desde UATRE destacaron que superar el millón de pesos de salario mínimo marca un hito histórico y constituye una herramienta para mejorar la calidad de vida de los trabajadores rurales y sus familias. Asimismo, la previsión de nuevas revisiones salariales durante 2026 permitirá ajustar los haberes según la evolución de los precios y mantener un equilibrio entre ingresos y costos de vida.

El mecanismo de actualización
La CNTA, como organismo encargado de regular las relaciones laborales en el ámbito rural, ajusta periódicamente los salarios para mantener la equidad entre empleadores y empleados. La metodología aplicada combina incrementos porcentuales sobre los valores vigentes y la incorporación de conceptos no remunerativos a la base salarial, garantizando que los trabajadores vean reflejado en sus haberes el valor real de su esfuerzo.
Los incrementos recientes reflejan también la necesidad de acompañar la competitividad del sector agropecuario, asegurando que los salarios de los trabajadores rurales sean sostenibles para los productores sin comprometer la rentabilidad de los establecimientos. La coordinación entre CNTA, sindicatos y entidades rurales busca equilibrar los intereses de todas las partes y promover un desarrollo sostenible de la actividad.

Perspectivas para 2026
Con los ajustes ya definidos y la incorporación de los no remunerativos, los trabajadores rurales recibirán un salario mínimo histórico a partir de febrero, consolidando la política de actualizaciones periódicas. La CNTA y UATRE anticipan que estas medidas servirán como referencia para futuras negociaciones, estableciendo un piso que considere la inflación, la productividad del sector y la necesidad de mantener un ingreso digno.
En definitiva, la actualización salarial de fin de año consolida un marco de previsibilidad para trabajadores y empleadores, reafirma el rol del personal permanente de prestación continua en la producción agropecuaria y establece un precedente positivo para las negociaciones futuras. La combinación de incrementos escalonados y el nuevo piso salarial permite cerrar 2025 con una mejora real en los ingresos y proyectar un 2026 con salarios más sólidos y competitivos.
