Tigre eliminó a San Lorenzo de la Copa Argentina y se metió en cuartos tras un error clave
En un partido disputado en el Estadio Nuevo Francisco Urbano, Tigre venció 1-0 a San Lorenzo y avanzó a los cuartos de final de la Copa Argentina, donde enfrentará a Independiente Rivadavia de Mendoza. El único gol del encuentro fue obra de Héctor Fértoli, quien aprovechó un grosero error defensivo entre Jhohan Romaña y Gastón Hernández. El Ciclón terminó el partido con diez jugadores tras la expulsión de Alexis Cuello, ya en tiempo de descuento.
Un error que marcó el destino del partido
El inicio del encuentro fue parejo, con ambos equipos midiendo fuerzas. La primera ocasión clara fue para Tigre a los 15 minutos, cuando Diego Sosa ejecutó un tiro libre al área que Tomás Cardona conectó de cabeza, pero el balón pasó apenas desviado. Poco después, a los 25, llegó el momento clave del partido: una desinteligencia entre Romaña y Hernández dejó la pelota suelta en el área, y Fértoli, sin dudar, se anticipó, quedó mano a mano con Orlando Gill y definió con un toque sutil para abrir el marcador. El delantero, con pasado en San Lorenzo, eligió no celebrar.
Tras el golpe, San Lorenzo intentó reaccionar. Tuvo su chance más clara antes del descanso con un disparo que pegó en el poste del arco defendido por Felipe Zenobio. La falta de precisión y el nerviosismo complicaron al equipo de Damián Ayude. Tanto Romaña como Cuello fueron amonestados por Yael Falcón Pérez, mostrando el creciente desorden emocional del conjunto azulgrana.
Ya en tiempo de descuento del primer tiempo, el propio Alexis Cuello vio la segunda amarilla tras una dura falta desde atrás sobre Guillermo Soto y fue expulsado. Al retirarse del campo, el jugador pidió disculpas a su entrenador, Damián Ayude, en un gesto que graficó la frustración del plantel.
Tigre pudo ampliar la diferencia
En el complemento, Tigre tuvo varias oportunidades para estirar la ventaja. A poco de comenzar, Braian “Chaco” Martínez picó a espaldas de Romaña, pero el colombiano se recuperó justo a tiempo para frustrar el remate. Luego, cerca de la hora de juego, Ignacio Russo sufrió un corte en la frente tras un choque con Hernández. El delantero debió ser atendido por el cuerpo médico debido al sangrado.
A los 67 minutos, Tigre armó una gran jugada colectiva entre Jabes Saralegui, Russo y Martínez, quien quedó mano a mano, pero se encontró con una respuesta fenomenal de Gill, que achicó con rapidez y mantuvo con vida al Ciclón.
La chance del Ciclón
San Lorenzo no se rindió y, pese al hombre de menos, fue a buscar el empate. A diez del final, Elías Báez desbordó por izquierda y metió un centro perfecto a la cabeza de Ezequiel Herrera, que conectó con fuerza, pero su intento fue contenido sin problemas por Zenobio. Fue la última chance clara del equipo de Boedo.
Con este triunfo, Tigre ratifica su buen presente en la Copa Argentina, donde ya había superado a Berazategui (3-0) y Banfield (2-0) en las rondas previas. El equipo de Diego Dabove se muestra sólido y efectivo, haciendo valer cada oportunidad.
Tacha una competencia
Por su parte, San Lorenzo vuelve a quedarse con las manos vacías en una competencia que representaba una vía directa hacia una copa internacional. El equipo venía de un arranque irregular en el Torneo Clausura: victoria ante Talleres en Córdoba, empate con Gimnasia en casa y otro empate, valioso, frente a River en el Monumental. Pero esta derrota golpea fuerte.
La Copa Argentina sigue su curso, y Tigre se ilusiona con dar pelea hasta el final. Su siguiente adversario será Independiente Rivadavia de Mendoza, que viene de eliminar a Central Córdoba de Rosario. San Lorenzo, en cambio, deberá reordenarse rápidamente para no seguir perdiendo terreno en el semestre.
