Tierra del Fuego: suspensión parcial de flexibilización sanitaria genera incertidumbre en la Patagonia
La jueza federal Mariel Borruto ratificó que la prohibición de ingreso de carne con hueso procedente del norte del río Colorado rige únicamente para la provincia de Tierra del Fuego, dejando fuera del alcance del fallo a otras jurisdicciones patagónicas como Río Negro y Neuquén. La medida, que suspende temporalmente la Resolución 460/2025 de SENASA, busca proteger el estatus sanitario histórico de la región, reconocido internacionalmente como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
El fallo llega en un contexto de alta tensión política, sanitaria y comercial, tras la flexibilización de las barreras sanitarias dispuesta por SENASA y la respuesta inmediata de Chile, que decidió cerrar la frontera para importaciones de carne y productos de origen animal provenientes de toda la Patagonia argentina.
Origen de la polémica
La controversia comenzó cuando la Resolución 460/2025 habilitó el ingreso de carne con hueso desde zonas donde se realiza vacunación contra la fiebre aftosa hacia la región patagónica, hasta entonces reconocida internacionalmente como libre de la enfermedad sin vacunación.
Productores de Tierra del Fuego presentaron un amparo judicial alegando que la medida perjudicaba gravemente el estatus sanitario que habían consolidado durante décadas, poniendo en riesgo exportaciones y reconocimientos internacionales. El viernes pasado, la jueza Borruto falló a favor de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, suspendiendo los efectos de la resolución por treinta días en esa jurisdicción.
En su aclaración, la magistrada precisó que el fallo no alcanza a provincias como Río Negro y Neuquén, ya que no se demostró que los productos en tránsito sean sujetos de controles por parte de las autoridades chilenas, generando un panorama de incertidumbre para los productores que dependen del tránsito de carne a través de Chile.
La reacción de Chile
Tras la publicación de la resolución argentina que flexibilizaba la barrera sanitaria, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) chileno sostuvo que la medida “altera el fundamento del reconocimiento previo” que permitía considerar a la Patagonia argentina como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
En consecuencia, Chile decidió suspender la importación de carne bovina, ovina, porcina, aviar y otros productos animales de toda la Patagonia, no solo de Tierra del Fuego. Según autoridades chilenas, la decisión se fundamenta en facultades de emergencia sanitaria y en normas internacionales que permiten adoptar medidas precautorias cuando hay cambios en las condiciones sanitarias que puedan comprometer la salud animal o la inocuidad de los productos.
Consecuencias e incertidumbre en el sector
La suspensión parcial generó desconcierto en el sector rural. Mientras Tierra del Fuego queda protegida temporalmente, Río Negro y Neuquén continúan con el ingreso de carne con hueso desde la zona con vacunación, según lo habilitaba la Resolución 460.
Para los productores de Tierra del Fuego, el fallo no garantiza la salida de su producción, ya que muchos frigoríficos se encuentran en Santa Cruz y el transporte requiere cruzar territorio chileno. Si Chile mantiene la restricción, ese eslabón crítico de la cadena logística permanece bloqueado, afectando la comercialización local e internacional.
Además, los exportadores miran con preocupación el estatus sanitario de la Patagonia, un requisito clave para negociar con mercados exigentes como la Unión Europea. El cierre parcial y los controles más estrictos anunciados por Chile generan incertidumbre sobre la validez del reconocimiento internacional de la región como libre de fiebre aftosa sin vacunación, un activo fundamental para las exportaciones de carne.
Un escenario delicado para la Patagonia
En síntesis, la medida judicial parcial de Borruto ofrece un respiro temporal a los productores de Tierra del Fuego, pero deja un panorama complejo para toda la región patagónica. La combinación de restricciones chilenas, tránsito necesario por otras provincias y la presión sobre los estándares sanitarios genera un contexto de alta tensión en el sector ganadero.
Mientras los actores locales, nacionales e internacionales monitorean la situación, la prioridad es asegurar protocolos que mantengan el reconocimiento sanitario de la Patagonia, evitar bloqueos comerciales y garantizar que los productores puedan planificar sus operaciones sin riesgos de pérdidas económicas.
