Aire forzado: tecnología para reducir a la mitad las pérdidas en la cosecha de soja


Un ensayo del INTA Manfredi reveló que la incorporación de aire forzado en el cabezal de la cosechadora puede reducir hasta un 54% las pérdidas de granos y vainas sueltas, aumentando la eficiencia de la cosecha de soja.

La soja sigue siendo uno de los cultivos más importantes de Argentina, con 17,75 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento promedio de 27,4 quintales por hectárea en la campaña 2024/25. Sin embargo, las pérdidas durante la cosecha representan un problema económico significativo: cerca del 70% se genera en el cabezal de la cosechadora, donde los granos y las vainas pueden escapar antes de ingresar al sistema de trilla.

Innovación que reduce el desperdicio

Con el objetivo de mejorar la eficiencia y minimizar el desperdicio, investigadores del INTA Manfredi, Córdoba, probaron un sistema de aire forzado Bravatec-Agro modelo Plenum instalado en la plataforma de la cosechadora. Los resultados fueron contundentes: se logró reducir un 54% las pérdidas por desgrane y vainas sueltas frente a un sistema convencional.

Maíz, soja, cosecha, ola de calor, cosecha gruesa, maquinaria, agrícola, lluvia, campaña agrícola, pérdidas, granos, Estados Unidos

“El sistema de aire forzado facilita el flujo de material hacia la trilla, especialmente cuando el molinete tradicional no acompaña de manera óptima el corte de las plantas”, explicó Diego Villarroel, especialista en agricultura de precisión del INTA.

El especialista destacó que la tecnología también disminuye la acumulación de granos y vainas sueltas sobre la barra de corte, lo que se traduce en una cosecha más eficiente y mayores ganancias para los productores.

Por su parte, Fernando Ustarroz, experto en valor agregado del instituto, señaló que este avance “es el primer paso de una línea de investigación que permitirá aplicar la tecnología en otros cultivos como garbanzo, arveja, trigo y cebada”, ampliando su potencial impacto en la agricultura argentina.

YPF, economía, Cosechadora, mundo, Cosechadoras, medianas, secretos, cosecha, rusia, agricultura, aire forzado

Ensayo en condiciones desafiantes

El ensayo se realizó sobre un lote de soja de bajo porte y distribución irregular, con un rendimiento promedio de 26 quintales y 14,2% de humedad, condiciones que suelen acentuar las pérdidas. Para la prueba de la tecnología de aire forzado se utilizó una cosechadora con plataforma de 35 pies modificada y un sistema de aire de fibra de carbono, que dirige una corriente continua sobre la barra de corte.

Las mediciones se llevaron a cabo alternando el funcionamiento del soplador, lo que permitió comparar directamente la eficiencia de la cosecha con y sin el sistema de aire forzado, mostrando claramente la disminución de pérdidas y el mejor aprovechamiento del grano.

“Optimizar la cosecha es clave para incrementar la rentabilidad y reducir el desperdicio a campo. Tecnologías como esta ofrecen soluciones concretas a uno de los principales desafíos del sector”, destacó Villarroel.

soja, exportaciones, Maíz, soja, cosecha, ola de calor, mercados, agro, crecimiento, USDA

Aplicaciones futuras y ventajas económicas

Los investigadores coincidieron en que la tecnología de aire forzado no solo mejora la cosecha de soja, sino que podría transformar la recolección de otros cultivos complejos, sobre todo en condiciones climáticas adversas. Su uso permite maximizar la eficiencia, reducir pérdidas y aumentar la productividad, lo que se traduce en beneficios económicos directos para los productores.

Este desarrollo también pone en relieve la capacidad del INTA para generar soluciones adaptadas a las necesidades del campo argentino, combinando innovación, precisión y sustentabilidad. La reducción del desperdicio representa un ahorro significativo de granos, con un impacto tangible en la rentabilidad de los tambos y explotaciones agrícolas.

China, Soja, Retenciones, campo, coninagro

Mayor eficiencia, más rentabilidad

El ensayo confirmó que incorporar aire forzado en el cabezal puede ser una herramienta decisiva para los productores, sobre todo en campañas donde el porte y la distribución de las plantas dificultan la recolección.

Con una reducción del 54% en pérdidas por desgrane y vainas sueltas, la tecnología ofrece mayor eficiencia, menos desperdicio y un incremento en los márgenes económicos, consolidándose como una innovación estratégica para la agricultura argentina.