Tambos bonaerenses suman un nuevo reclamo fiscal y piden respuestas al Gobierno provincial
Las entidades que representan a los tambos de Buenos Aires encendieron nuevamente las alarmas por la carga impositiva que enfrenta el sector. A las quejas ya conocidas por el Impuesto Inmobiliario Rural (IIR), ahora se suma un conflicto por Ingresos Brutos (IIBB) que, según advierten, golpea de lleno a los establecimientos lecheros de menor escala.
Un tributo que vuelve a presionar al sector
Las organizaciones tamberas de Buenos Aires, junto con las entidades que integran la Mesa de Enlace, solicitaron una reunión con el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, para trasladar un reclamo que consideran urgente. Caprolecoba, la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste, fue la encargada de difundir el pedido y de advertir sobre la profundización del impacto de IIBB en los tambos.
Dentro de este planteo, Caprolecoba remarcó que al debate por el aumento del Inmobiliario Rural –un tema sobre el que CARBAP ya manifestó un fuerte rechazo– se agrega un problema que califican como “igual o más preocupante”: la falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a los Ingresos Brutos. Los tambos buscan que la modificación se incorpore en el Presupuesto provincial, actualmente en discusión.

Ingresos Brutos: inflación récord y un mínimo no imponible congelado
En su último panorama mensual, Caprolecoba detalló que uno de los puntos más sensibles es la ausencia de actualización del mínimo no imponible de IIBB. Pese a que 2023 cerró con una inflación del 211% y 2024 sumó otro 118%, el tributo continuó sin cambios, generando un efecto regresivo sobre los pequeños productores.
La consecuencia directa es que muchos tambos que hasta ahora estaban exentos —principalmente por su escala reducida y su limitada capacidad productiva— debieron comenzar a pagarlo. Para la entidad, esto implica un nuevo peso fiscal “carente de razonabilidad”, que agrava la situación económica del sector en un año particularmente desafiante.
Frente a este escenario, los productores esperan que el ministro Rodríguez tome nota de la situación y la eleve tanto al gobernador Axel Kicillof como a los legisladores que trabajan en la Comisión de Presupuesto. Los tamberos consideran que la medida es clave para aliviar la presión fiscal y evitar mayores perjuicios a la actividad lechera.

Un contexto económico que exige revisar precios y márgenes
Más allá del plano impositivo, Caprolecoba dedicó parte de su análisis mensual a evaluar la coyuntura económica de la cadena láctea. En su diagnóstico, la entidad señaló que durante el año los ajustes de precios quedaron por detrás de la inflación y del dólar, un desfasaje que se siente con mayor fuerza en los tambos.
Si bien la industria láctea realizó correcciones más cercanas a los movimientos de la economía, los productores primarios quedaron rezagados, arrastrando una pérdida de rentabilidad que se extiende desde 2023. A esto se suma que la producción creció en un periodo en el que la demanda no logró absorber el incremento con los valores vigentes.
No obstante, la Cámara considera que el escenario comenzó a transformarse. Con el inminente declive estacional de la producción, el buen desempeño del negocio de la carne que impulsa los descartes y un contexto macroeconómico electoral que podría favorecer al consumo, creen que es momento de replantear precios. Según la entidad, “es hora de recomponer valores y márgenes en los tambos”, una discusión que consideran impostergable.

Reclamo que se potencia y que busca respuestas concretas
La combinación de una carga fiscal creciente, precios atrasados y un contexto productivo complejo coloca a los tambos bonaerenses en una situación delicada. Las entidades del sector insisten en que la actualización de Ingresos Brutos es una medida urgente y que debe ser incluida en el debate del Presupuesto provincial.
Mientras aguardan una reunión con Desarrollo Agrario, los tamberos advierten que sin cambios estructurales, la actividad seguirá perdiendo competitividad. Y aunque el escenario de precios ofrece una oportunidad para corregir distorsiones, la presión impositiva amenaza con neutralizar cualquier mejora, encendiendo nuevamente las alarmas en una cadena clave para la producción agropecuaria argentina.
