El sorgo argentino se alinea con normas globales para fortalecer las exportaciones

El Gobierno nacional oficializó una medida clave para el sector agroexportador: la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca dispuso cambios en los parámetros de calidad del sorgo granífero, con el fin de adecuarlos a los estándares internacionales y fortalecer la competitividad de la producción argentina en los mercados más exigentes.
La decisión, publicada este 3 de octubre en el Boletín Oficial, fue plasmada en la Resolución 189/2025, que introduce modificaciones en la “Norma XVIII de Calidad para la Comercialización de Sorgo Granífero”, vigente desde 1994.
La actualización normativa apunta a responder a las nuevas demandas del comercio global. China se consolidó desde 2021 como el principal comprador del sorgo argentino, con un incremento sostenido en sus volúmenes de importación. Bajo este contexto, el Ministerio de Economía considera fundamental alinear la normativa local con las exigencias internacionales para garantizar la permanencia y expansión del cereal en el comercio exterior.

Cambios en los parámetros de calidad
Entre los ajustes más relevantes, la resolución establece nuevos límites de tolerancia para granos dañados, materias extrañas, sorgo no granífero y granos quebrados, categorías fundamentales a la hora de evaluar la calidad del producto.
Además, incorpora el peso hectolítrico como parámetro de control, un indicador ya presente en la regulación de otros cereales y en países competidores, lo que permitirá una medición más precisa del rendimiento y densidad del grano.
Otra novedad es la inclusión de definiciones más detalladas en rubros específicos del sorgo, con el fin de lograr una clasificación más exacta y reducir controversias en las operaciones comerciales. Estas modificaciones, según la Secretaría de Agricultura, responden a la necesidad de homologar la norma argentina con estándares internacionales, mejorando la transparencia y confianza en las transacciones.

Respuesta a un pedido del sector
La resolución fue firmada por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, quien destacó que los cambios fueron resultado de un pedido expreso del sector productivo, industrial y exportador. La actualización normativa busca resolver dificultades detectadas en la comercialización del sorgo, al tiempo que promueve una mejor competitividad frente a los países que ya aplican parámetros más estrictos.
Desde la Secretaría se subrayó que el nuevo esquema “fortalecerá la sanidad, la inocuidad y la calidad en toda la cadena de valor”, aspectos cada vez más valorados por los compradores internacionales, especialmente en el mercado asiático. En este sentido, el sorgo argentino podrá competir con mayor solidez contra otros proveedores tradicionales, como Estados Unidos y Australia.
Impacto en el comercio exterior
La medida tiene un fuerte trasfondo exportador. Según datos oficiales, el sorgo es uno de los granos con mayor crecimiento en ventas externas durante los últimos cuatro años, con China concentrando más del 90% de las compras. En este marco, las autoridades consideran que elevar la calidad certificada es clave para sostener la confianza en el producto argentino y abrir la puerta a nuevos destinos.
Además, la inclusión del peso hectolítrico y de nuevas categorías de clasificación permitirá agilizar los procesos de control y certificación en los puertos, reduciendo costos logísticos y tiempos de verificación. Esto generará un beneficio adicional para los productores y exportadores, que podrán contar con un sistema más eficiente y alineado a los estándares internacionales.

Vigencia inmediata
La resolución establece que la nueva normativa entra en vigencia al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial, es decir, desde el pasado 4 de octubre de 2025. A partir de esa fecha, todas las operaciones de comercialización de sorgo granífero deberán regirse por los nuevos parámetros, tanto en el mercado interno como en el comercio exterior.
El Ministerio de Economía destacó que esta actualización normativa es parte de una estrategia más amplia orientada a impulsar las exportaciones agroindustriales argentinas y consolidar el rol del país como proveedor confiable de alimentos y materias primas en el mercado mundial.
En conclusión, la Resolución 189/2025 marca un punto de inflexión para el sorgo argentino, al modernizar una norma vigente desde hace más de tres décadas y adecuarla a las exigencias actuales del comercio global. Para el Gobierno y el sector agroexportador, la medida representa una herramienta clave para potenciar la competitividad, garantizar la calidad y consolidar nuevas oportunidades de crecimiento.