Alerta en la soja: detectan resistencia generalizada del hongo causante de Mancha Marrón

Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA confirma la presencia de una mutación genética que vuelve ineficaz un grupo clave de fungicidas estrobilurinas contra el hongo Septoria glycines, que afecta seriamente a la soja. Advierten la necesidad urgente de aplicar estrategias de manejo antiresistencia.
Una investigación reciente de la Cátedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) confirmó la expansión de una resistencia robusta del hongo Septoria glycines a los fungicidas del grupo de las estrobilurinas, ampliamente usados en el control de enfermedades foliares de soja.
Este patógeno es el causante de la Mancha Marrón, una de las enfermedades más prevalentes y problemáticas del cultivo, presente en todas las regiones productoras de Argentina. Su importancia agronómica reside no solo en su extensión geográfica, sino también en que es la primera de las Enfermedades de Fin de Ciclo (EFC) en manifestarse, incluso desde estadios vegetativos, lo que potencia su impacto. En años con alta humedad, puede provocar pérdidas de hasta el 30% del rendimiento de la soja, principalmente por reducción del número y peso de granos.
Un estudio de cinco años y resultados concluyentes
La investigación se basó en un muestreo plurianual entre 2017 y 2025, que abarcó lotes ubicados en distintas localidades de la región pampeana núcleo. Se obtuvieron más de 50 aislados de S. glycines, los cuales fueron sometidos a pruebas de laboratorio para evaluar su respuesta a distintas concentraciones de estrobilurinas.

Los resultados fueron categóricos: todas las cepas evaluadas resultaron altamente resistentes. Las esporas del hongo que afecta a la soja germinaron incluso frente a dosis elevadas, confirmando la pérdida de eficacia de este grupo de fungicidas sobre las poblaciones locales del patógeno.
Además, el 70% de los aislados fue analizado por secuenciación genética, y en todos se detectó la presencia de la mutación G143A en el gen del citocromo b, responsable de conferir resistencia estable y heredable a las estrobilurinas.
Consecuencias para el manejo sanitario
Este hallazgo científico refuerza la urgencia de cambiar el paradigma de manejo sanitario en soja, especialmente frente al uso de fungicidas. Desde FAUBA advierten que la resistencia no es un riesgo futuro: ya está instalada.

Por eso, los técnicos enfatizan la necesidad de aplicar un conjunto de prácticas antiresistencia, entre las cuales se destacan:
- Implementar un manejo integrado de enfermedades, combinando medidas culturales, químicas y biológicas.
- Nunca dividir las dosis de fungicidas: aplicar siempre la dosis completa y recomendada.
- Usar mezclas de principios activos, pero asegurándose de que todos los componentes sean igualmente eficaces contra el patógeno.
- Aplicar fungicidas solo cuando sea necesario, basado en monitoreo y condiciones ambientales propicias.
- Hacerlo en el momento fisiológico adecuado del cultivo.
- Complementar el manejo con bioestimulantes que refuercen el estado sanitario general de las plantas.
Nuevas moléculas: la investigación, clave
Frente a la aparición de nuevas moléculas fungicidas para la soja, los investigadores subrayan que es fundamental testear su eficacia frente a las poblaciones locales de patógenos incluso antes de su lanzamiento comercial.

“La determinación de la sensibilidad a un fungicida particular es el primer paso del manejo de la resistencia. Necesitamos conocer cómo responde la población objetivo antes de generalizar su uso”, explicaron desde la FAUBA.
Un llamado a la responsabilidad colectiva
El avance de la resistencia en Septoria glycines pone en evidencia que el mal uso de tecnologías puede hacerlas perder efectividad en poco tiempo. En este contexto, productores, asesores, empresas y organismos técnicos deben trabajar de forma coordinada para preservar las herramientas actuales y futuras.
“La ciencia nos está dando una señal clara: si seguimos igual, no habrá fungicida que alcance. Pero si corregimos el rumbo, todavía estamos a tiempo de sostener la productividad del sistema sojero con racionalidad y sustentabilidad”, concluyeron los especialistas.