Boom exportador de soja: récord de embarques en Rosario y dinámica inesperada en los precios

La demanda de China dispara los envíos de soja argentina, mientras la harina toca mínimos históricos y el aceite apenas resiste. La Bolsa de Comercio de Rosario advierte una convergencia de precios que favorece la exportación directa del grano.
Julio récord y un agosto que promete cifras históricas
La soja argentina vive un inesperado repunte exportador, impulsado por una fuerte demanda internacional, especialmente desde China, y una mejora en los precios del grano. Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que calificó al fenómeno como un mini “boom” exportador.
En julio se exportaron 1,3 millones de toneladas de poroto, cuadruplicando el volumen del mismo mes en 2024, en lo que fue el mejor registro en seis años. Agosto sigue en esa línea: ya se embarcaron 568.000 toneladas y hay 1,3 millones más programadas para los próximos días. Si se concreta el line-up previsto, será el segundo mejor agosto de la historia en términos de exportación de soja.

China, el motor principal detrás del repunte argentino
La explicación detrás del fenómeno es clara: China intensificó sus compras de soja, alcanzando 70 millones de toneladas importadas en los primeros siete meses del año, batiendo todos los récords históricos. Si bien Brasil continúa como principal proveedor, Argentina gana terreno.
Se estima que los embarques argentinos hacia China ya suman 4,9 millones de toneladas en lo que va de la campaña, el volumen más alto desde 2020. Este contexto convirtió al poroto de soja en el protagonista del comercio exterior agrícola argentino, en un momento en que los subproductos industriales muestran señales preocupantes.
Harina en caída libre, aceite estable pero sin compensar
Mientras el poroto vive un auge, la harina de soja atraviesa una fuerte caída de precios: el valor FOB descendió por debajo de los U$S 300 la tonelada, tocando mínimos de los últimos 15 años.

La harina representa el principal producto industrializado de la soja argentina, y su baja afecta directamente la rentabilidad de las plantas procesadoras. En contraste, el aceite de soja muestra un año más sólido, con mayores exportaciones y una leve mejora en precios, impulsado por la demanda internacional. Sin embargo, no alcanza para compensar el derrumbe de la harina, que sigue siendo el subproducto más voluminoso.
Cambio de tendencia: el grano gana terreno frente a la industria
Ante este escenario, la BCR elaboró un precio FOB compuesto, que pondera los valores de harina, aceite y cáscara según su participación en la molienda del poroto.
“Desde que arrancó la campaña ha habido una convergencia desde abajo hacia arriba en favor de la exportación directa del grano, impulsada por la alta demanda y el bajo precio de la harina”, explicó la Bolsa rosarina.

En los últimos días, el precio de exportación del poroto igualó al promedio ponderado de la industria, algo que no ocurría desde septiembre de 2023. Esto llevó a muchos operadores a priorizar la venta del grano sin procesar, en lugar de destinarlo a la molienda.
Más ventas internas y un mercado que se acelera
Este nuevo panorama también impactó en la dinámica comercial interna. Con precios más atractivos y mayor demanda de exportación, la comercialización de soja volvió a superar las 200.000 toneladas diarias, una cifra poco frecuente en esta etapa del año.
Hasta el momento, el sector exportador ya adquirió 6,9 millones de toneladas de soja en el mercado local, de las cuales 5,5 millones se exportarían hasta agosto. “Con 8,35 millones de toneladas registradas en DJVE para la campaña, aún restan originar 1,45 millones para cumplir con las ventas comprometidas”, advirtió la BCR.

Perspectivas: ¿reconfiguración estructural o respuesta coyuntural?
Si bien aún es temprano para afirmar que se trata de un cambio estructural en el perfil exportador argentino, la tendencia es clara: la exportación directa del poroto de soja está ganando terreno frente a la molienda industrial.
La pregunta de fondo es si esta dinámica será sostenible o si solo responde a una coyuntura particular de precios y demanda. Mientras tanto, los barcos siguen llegando a Rosario, en una postal que no se veía hace años y que entusiasma a los actores del complejo sojero.