La soja lidera el cierre del año agrícola en Argentina con un panorama favorable
La campaña gruesa 2025/26 en Argentina llega a su recta final con un panorama positivo, donde la soja se consolida como el principal motor del escenario productivo. Impulsada por lluvias oportunas y un ritmo de siembra superior al promedio histórico, el cultivo oleaginoso marca la pauta en un año que también refleja buenos resultados en maíz, girasol, trigo y cebada.
Según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la soja ya cubre el 75,5% del área proyectada de 17,6 millones de hectáreas, con un estado general que refuerza las expectativas de la campaña en curso y augura rindes sostenidos a nivel nacional.
Soja: condiciones favorables y avance sostenido
El cultivo de soja se destaca por la buena condición de la mayor parte del área implantada, ya que más del 95% de la superficie se encuentra en estado Normal a Bueno y el 96% con humedad Adecuada u Óptima. Esta situación responde al aporte de precipitaciones recientes, especialmente sobre el NEA, que permitieron recomponer perfiles hídricos y acelerar la siembra de soja de segunda.
Además, cerca del 10% del área total ya ha ingresado en estadios reproductivos, principalmente en los núcleos productivos, con reservas de agua favorables. Este punto es clave para definir los rindes finales y coloca a la oleaginosa como el eje central que explica el panorama productivo positivo en la campaña gruesa argentina.

Maíz y girasol acompañan la tendencia positiva
El maíz refleja también un escenario alentador, con un avance de siembra del 77,7% del área proyectada. El 87% de la superficie se encuentra en condición Buena o Excelente, con niveles de humedad adecuados en casi todo el país. En el caso del maíz temprano, el 26% del área transita el período crítico con un buen respaldo hídrico, lo que reduce los riesgos productivos en etapas decisivas para los rindes.
Por su parte, el girasol comienza a mostrar resultados concretos de cosecha, con el 5% del área recolectada a nivel nacional, concentrada principalmente en el NEA. Los rindes promedio alcanzan 22,8 qq/ha, un valor que supera en más del 40% el promedio de las últimas cinco campañas, permitiendo sostener la proyección de producción en 5,8 millones de toneladas.

Trigo y cebada: resultados sólidos en la recta final
El trigo avanza con fuerza en la cosecha, cubriendo el 84,3% del área apta y con un adelanto respecto al promedio histórico. Los rindes obtenidos en el sur de Córdoba y el sur bonaerense elevan el promedio nacional a 42,9 qq/ha, consolidando una producción estimada de 27,1 millones de toneladas.
En cuanto a la cebada, el avance de cosecha alcanza el 60,9% del área prevista. Aunque muestra una leve demora interanual, los rindes promedio de 45,9 qq/ha compensan el retraso, especialmente por las buenas performances en el sur de Buenos Aires y La Pampa, manteniendo la proyección de producción en 5,3 millones de toneladas.

Un cierre de año con estabilidad productiva
El desempeño de los cultivos clave y especialmente de la soja marca una señal clara de estabilidad para la agricultura argentina. Si las condiciones climáticas se sostienen durante el verano, la base hídrica y el buen estado de los cultivos permitirán encarar 2026 con expectativas positivas.
La combinación de agua disponible, estado saludable de los cultivos y rindes superiores al promedio histórico vuelve a posicionar a la campaña agrícola nacional en un escenario favorable, que refuerza la competitividad de la producción y ofrece perspectivas alentadoras para productores, mercados y la economía agrícola en general.
En resumen, la soja no solo lidera en superficie y condición, sino que también impulsa la estabilidad del resto de los cultivos, consolidando un cierre de año optimista para el sector agropecuario argentino.
