Soja 2025/26: arranque con buena humedad y márgenes positivos
La campaña 2025/26 de soja ya puso primera en la zona núcleo, donde los productores comenzaron a implantar las primeras hectáreas con un clima productivo favorable. Tras meses de incertidumbre climática y económica, la expectativa es superar los 40 quintales por hectárea, una meta ambiciosa que refleja tanto la recuperación de la humedad en los suelos como la inversión tecnológica realizada en el último año.
Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), ya se sembraron 200.000 hectáreas de soja de primera, equivalentes al 7% del total proyectado de 3,2 millones de hectáreas. Algunas localidades, como Marcos Juárez, avanzaron con más rapidez, cubriendo el 30% de la superficie prevista, mientras que otros productores optaron por esperar a que pasen las lluvias.
“Arrancamos con altas expectativas. Se invirtió en variedades, en fertilización y en fechas de siembra tempranas. Todo esto forma parte de una estrategia ofensiva”, explicaron desde la zona sudeste de Córdoba, donde la humedad en los primeros centímetros del suelo permite optimizar la implantación.

Márgenes en verde: rentabilidad con potencial
La Bolsa de Comercio de Rosario destacó que, comparada con el año pasado, la campaña de siembra de soja inicia con mejores márgenes. Con un rendimiento estimado de 40 quintales por hectárea, la rentabilidad neta alcanza 385 dólares por hectárea en campo propio y se reduce a -20 dólares por hectárea en campo alquilado, considerando un costo de arrendamiento de 18 quintales por hectárea.
Con un rendimiento más alto, de 50 quintales por hectárea, la ganancia neta podría trepar a 556 dólares/ha en campo propio y 152 dólares/ha en tierra alquilada. Este optimismo se apoya en el hecho de que el 75% de los lotes presenta condiciones hídricas adecuadas, un factor clave para los productores que buscan maximizar su inversión.
Costos y desafíos en el manejo de malezas
A pesar del panorama favorable, los herbicidas vuelven a ser un componente crítico de los costos, representando entre 20% y 25% del gasto total en soja de primera, lo que equivale a 4 a 5 quintales por hectárea. Las lluvias recientes adelantaron la aparición del yuyo colorado, complicando las aplicaciones y generando gastos adicionales de entre 20 y 40 dólares por hectárea.

En tierras alquiladas, el arrendamiento sigue presionando los márgenes, y la estrategia de comercialización también influye en la rentabilidad final. La barrera de rentabilidad se estima en 28 qq/ha para campo propio y 41 qq/ha para tierra arrendada, por debajo de la cual los números comienzan a flaquear.
Turbulencias internacionales: Brasil y La Niña
El escenario externo agrega incertidumbre. El mercado internacional de commodities agrícolas atraviesa alta volatilidad, influido por varios factores: la posible aparición de La Niña, negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, y el temor a la cosecha récord de Brasil, proyectada en 178 millones de toneladas, que podría mantener los precios deprimidos durante gran parte de 2026.
“Hay un clima de prudencia, pero también de esperanza: después de años muy duros, arrancar con buena humedad y con márgenes positivos es alentador”, señalan desde la BCR.

Una campaña con apuestas altas
La soja 2025/26 comienza con mejores perfiles de suelo, inversión tecnológica y márgenes positivos, aunque los productores saben que la rentabilidad dependerá de la productividad y de los precios internacionales.
“Este año no hay margen para especular. Quien logre pasar los 40 quintales tendrá rentabilidad. El resto dependerá del cielo y de los mercados”, resumieron los técnicos.
Entre cautela y entusiasmo, la oleaginosa más emblemática del país vuelve a sembrar esperanza en los campos argentinos, con la meta clara de superar los 40 quintales por hectárea y mantener a la soja en números azules.
