El campo invertirá casi U$S 14.000 millones en la siembra 2025/26

La campaña agrícola 2025/26 arranca con un fuerte empuje del sector agroindustrial argentino, que destinará una inversión cercana a U$S 14.000 millones para la siembra de soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo. La cifra, que surge de un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), confirma al campo como uno de los grandes motores de la economía nacional en un contexto de condiciones climáticas favorables como pocas veces en lo que va del siglo.
Con la siembra de trigo y cebada ya concluida, el girasol y el maíz avanzando, y la soja y el sorgo listos para entrar en juego, la superficie total destinada a estos cultivos alcanzaría 37,8 millones de hectáreas, el tercer mayor registro de la historia. En paralelo, el cálculo económico refleja el peso que tendrá la campaña en términos de costos productivos y de impacto macroeconómico.
Una proyección histórica en superficie
Según los economistas Franco Ramseyer y Emilce Terré, autores del estudio, el área con siembra se mantendrá en valores históricamente altos, lo que implica que la inversión seguirá en niveles muy significativos. Dentro de la gruesa, se destaca el maíz con 9,7 millones de hectáreas y un potencial de 61 millones de toneladas.
En contrapartida, la soja sufrirá una reducción interanual del 7%, quedando en 16,4 millones de hectáreas, mientras que el girasol mostrará una expansión marcada hasta 2,5 millones de hectáreas. Por el lado de la siembra fina, el trigo llegará a 6,9 millones de hectáreas, uno de los registros más altos de las últimas décadas.

Costos por hectárea en la campaña 2025/26
El análisis de la BCR se detuvo en el costo promedio por hectárea de cada cultivo, a partir de datos de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y estimaciones privadas. Los valores ponderados, según la participación de cada grano en el área nacional, fueron los siguientes:
- US$ 532 para el maíz temprano
- US$ 513 para el maíz tardío
- US$ 303 para la soja de primera
- US$ 263 para la soja de segunda
- US$ 350 para el trigo
- US$ 315 para el girasol
- US$ 444 para la cebada cervecera
- US$ 362 para la cebada forrajera
- US$ 284 para el sorgo
Estos valores muestran una estabilidad respecto de la campaña pasada, aunque todavía por debajo de los picos de 2022, cuando la guerra en Ucrania disparó los precios internacionales de insumos.

Una inversión total de US$ 13.915 millones
Al multiplicar estos costos por la superficie estimada de siembra de cada cultivo, se alcanza un desembolso total de US$ 13.915 millones para la campaña 2025/26. “El aumento en la proporción de área destinada al maíz, cultivo que requiere una inversión mayor que el resto, eleva el costo global. Sin embargo, este incremento se compensa parcialmente con la baja interanual en el costo por hectárea de la soja”, explicaron Ramseyer y Terré.
La distribución de la inversión en la siembra refleja claramente la importancia relativa de cada grano:
- Maíz: US$ 5.042 millones
- Soja: US$ 4.783 millones
- Trigo: US$ 2.416 millones
- Girasol: US$ 787 millones
- Cebada cervecera: US$ 633 millones
- Sorgo: US$ 227 millones
- Cebada forrajera: US$ 27 millones

El rol estratégico del agro en la economía
Con estas cifras, la siembra 2025/26 se ubica como la tercera inversión más alta de la última década, con un nivel 0,1% superior al de la campaña previa y 0,8% arriba del promedio de los últimos cinco ciclos. El informe de la BCR es categórico: “Este volumen confirma el rol central de la agricultura en la economía argentina, al tiempo que plantea la necesidad de contar con mecanismos de crédito y cobertura que acompañen la magnitud de este esfuerzo productivo”.
El agro, con esta proyección de siembra, no solo garantiza un piso elevado de producción futura, sino que además dinamiza la economía desde el inicio de la campaña, generando demanda de insumos, logística, servicios y empleo en vastas regiones del país.

Perspectivas hacia adelante
La combinación de clima favorable, estabilidad relativa en los costos y expansión de cultivos clave como el maíz y el girasol permite proyectar un ciclo con resultados alentadores. Si las estimaciones de producción se cumplen, la campaña 2025/26 no solo será histórica en superficie sembrada, sino también en capacidad de generar divisas para el país.
En ese marco, la inversión de casi U$S 14.000 millones para la siembra 2025/26 no es solo un dato contable: constituye la prueba de que el campo continúa siendo el motor de la economía argentina, con un peso decisivo en el presente y en el futuro inmediato del país.