Sector porcino: créditos por más de $6.000 millones impulsan la producción

El sector porcino argentino continúa mostrando un desarrollo sostenido, con récords de producción y una política de financiamiento orientada a fortalecer la competitividad. En los primeros ocho meses del año, la actividad alcanzó 526.463 toneladas de carne de cerdo producidas, mientras que la faena totalizó 5.521.175 cabezas, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación.
En este contexto, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) aprobó créditos por un total de más de $6.000 millones a valor producto, destinados a proyectos de modernización, incorporación de tecnología y ampliación de instalaciones, principalmente en las provincias de Buenos Aires y Córdoba.
Una línea de financiamiento innovadora
La línea de créditos valor producto, lanzada este año por el BICE y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, está diseñada para brindar certidumbre y previsibilidad a los productores del sector porcino. A diferencia de los préstamos tradicionales, las cuotas se establecen en cantidad fija de kilos de carne de cerdo, pagadas en pesos según el valor de referencia mensual del kilo capón. Esto permite que la carga de pago sea estable, independientemente de las fluctuaciones del mercado.

El monto máximo por empresa es de $800 millones, otorgado en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) con una tasa del 8%. Algunas provincias, como Córdoba, bonificaron 4 puntos porcentuales de la tasa para incentivar la inversión local, reforzando el compromiso con el desarrollo regional.
El sistema de financiamiento al sector porcino cuenta con un plazo de cancelación flexible, pensado para que en promedio el préstamo se pague en 60 meses. Si el precio del cerdo aumenta por debajo de la inflación, el plazo se extiende automáticamente, brindando mayor margen de maniobra al productor. Además, dispone de un período de gracia de seis meses, destinado a facilitar la implementación de proyectos de inversión.
Destino de los créditos
Los préstamos aprobados se destinan a incorporación de genética, tratamiento de residuos y efluentes, compra de maquinaria y construcción o modernización de instalaciones. Esta línea responde a la necesidad del sector porcino de mantener la competitividad, incrementar la productividad y cumplir con estándares sanitarios y ambientales.

El diferencial de la herramienta radica en que el pago se vincula directamente a la producción, lo que ayuda a los productores a planificar inversiones y a enfrentar volatilidad de precios sin comprometer la operatividad de sus explotaciones.
Crecimiento sostenido del sector porcino
El financiamiento acompaña un momento histórico para la actividad, que en los primeros ocho meses del año alcanzó récord de faena y producción, con un consumo interno de casi 18 kg de carne de cerdo por habitante.
Según la Secretaría de Agricultura, el sector ha mostrado una tasa de crecimiento promedio del 6% en faena durante los últimos 10 años, consolidando al cerdo como un componente estratégico de la producción animal en Argentina.

Acceso a los créditos
Los interesados en acceder a estos préstamos deben presentar sus proyectos y consultas a la Dirección de Porcinos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. La iniciativa busca que más productores puedan ampliar su capacidad productiva, modernizar sus instalaciones y adoptar tecnologías que optimicen el uso de recursos, consolidando al sector porcino como un motor de crecimiento y empleo.
En palabras de los funcionarios, la línea de créditos valor producto representa una herramienta clave para el desarrollo del sector, al combinar inversión, flexibilidad y vinculación directa con la producción, en un marco de sostenibilidad económica y previsibilidad financiera para los productores.
El impulso de los créditos y el récord histórico de producción muestran que el sector porcino argentino sigue en expansión, con políticas orientadas a fortalecer la competitividad, mejorar la calidad de los productos y responder a la creciente demanda del mercado interno y potenciales exportaciones.