Santa Fe apuesta a la lechería: inversión récord y nuevos mercados para consolidar el crecimiento

La producción láctea en Santa Fe comienza a mostrar signos de recuperación después de dos años de marcada dificultad. Con medidas fiscales específicas, líneas de financiamiento innovadoras, mejoras en infraestructura y una estrategia de apertura de mercados, tanto productores como industrias vuelven a apostar al crecimiento. El repunte, aunque gradual, consolida la confianza en un sector clave para la economía provincial y nacional.
El impulso proviene de políticas públicas delineadas por el gobernador Maximiliano Pullaro y ejecutadas a través del Ministerio de Desarrollo Productivo. En el último año, la actividad registró un crecimiento de entre 6% y 11,2% en Santa Fe, superando la crisis que afectó de manera directa al rubro en 2023 y buena parte de 2024.
“Se definieron medidas claras para alcanzar resultados concretos”, subrayó el ministro Gustavo Puccini al presentar los avances, destacando que los esfuerzos incluyen incentivos impositivos, financiamiento accesible y mejoras en caminos y servicios básicos.

Beneficios fiscales y créditos a valor producto
La Ley Tributaria 2025 incorporó un paquete de disposiciones que benefician de manera directa a los actores de la cadena láctea de Santa Fe. Entre ellas, se destacan la exención de patentes al transporte lechero, la eliminación de impuestos a los contratos tamberos y ajustes en alícuotas y parcelas que alivian la carga impositiva. Estas medidas fueron celebradas por productores que ven un horizonte más claro para sostener su actividad.
En materia de financiamiento, Santa Fe se convirtió en la primera provincia en ofrecer créditos del BICE a valor producto, por un monto que superó los 4.000 millones de pesos en 2024. Además, en conjunto con Banco Nación, Banco Provincia y distintas agencias de desarrollo, se canalizaron más de 15.000 millones en préstamos productivos. Para 2025, las expectativas oficiales son superar esa cifra.
Obras que mejoran la competitividad
Las inversiones también se reflejan en infraestructura. Durante 2024, 132 tambos fueron conectados a la red de ripio, lo que facilita el traslado diario de la producción y reduce pérdidas. A esto se suman obras de electrificación rural impulsadas por el Fondo de Electrificación Rural y el programa Genera, que buscan garantizar energía estable en zonas clave para la producción.

Otro eje es la conexión de más de diez empresas lácteas a gasoductos, un paso que permitirá disminuir costos operativos y aumentar la competitividad frente a otros mercados. Según el Ministerio de Desarrollo Productivo, este tipo de obras de base son fundamentales para sostener el crecimiento y evitar cuellos de botella en el proceso de industrialización.
Sanidad, calidad y mercados internacionales
El desafío sanitario también está en agenda. La provincia avanza en la reglamentación de la Ley de Buenas Prácticas Lecheras, destinada a elevar los estándares de calidad y garantizar trazabilidad en toda la cadena. Paralelamente, se impulsan encuentros con cabañeros para reforzar la sanidad y productividad de los rodeos, con foco en genética y alimentación.
A nivel internacional, Santa Fe —principal exportadora de lácteos de Argentina— refuerza su estrategia comercial. La participación en el Santa Fe Business Forum permitió explorar nuevos mercados, mientras que se trabaja en la optimización logística a través del Puerto de Santa Fe, clave para reducir costos de exportación y acortar tiempos de llegada a destino.

Innovación, energía renovable e identidad local
Dentro de la estrategia integral, la innovación energética ocupa un lugar central. Con el Programa Prosumidores 4.0, tambos e industrias cuentan con la posibilidad de generar energía renovable, disminuyendo costos y aportando al cuidado ambiental.
En paralelo, la provincia busca consolidar su identidad productiva a través de programas como “Sabores de Santa Fe” y la región del Queso Azul, que revalorizan la tradición y la diferenciación de los lácteos locales. Además, se promueve la capacitación de trabajadores mediante el programa Impulsa y los cursos de Oficio Tambero, que apuntan a profesionalizar la mano de obra y asegurar la continuidad generacional en la actividad.
Con la mirada puesta en 2025, la lechería santafesina apuesta a consolidar su recuperación, aumentar su competitividad y reforzar su lugar en los mercados internacionales, convirtiéndose nuevamente en motor de empleo y valor agregado para la región.