Salarios rurales 2025: el nuevo acuerdo paritario y las demandas que persisten


Tras semanas de tensas negociaciones, movilizaciones gremiales y cortes de ruta en distintos puntos del país producto de los salarios rurales, la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) oficializó las nuevas escalas para los trabajadores rurales permanentes de prestación continua. La medida, establecida por la Resolución 174/2025, fija los haberes mínimos para este sector clave de la economía argentina hasta el 31 de julio de 2026.

El acuerdo sobre los salarios rurales llega en un contexto de alta tensión y crecientes demandas por parte de los gremios del sector, especialmente la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), que denunció públicamente que los salarios rurales están aún por debajo de la línea de pobreza.

Nuevos salarios para el personal rural

A partir de la nueva resolución, el salario básico de un peón general, categoría de entrada para la mayoría de los trabajadores rurales, quedó fijado en $841.195,71 para julio, con un bono no remunerativo de $20.000. En agosto, el salario aumentará a $871.530,07, manteniendo ese mismo bono. Desde septiembre y hasta julio de 2026, el sueldo se estabilizará en $891.530,07, sin adicionales ni bonos previstos en ese período. El jornal diario, para quienes trabajan por día, fue establecido en $39.221,08.

trabajadores rurales, prestación desempleo, salario, peón rural, obra social

Por encima del millón de pesos se encuentran los salarios rurales básicos de los trabajadores de mayor jerarquía dentro de las explotaciones agropecuarias: los capataces cobrarán $1.016.266,23, mientras que los encargados percibirán $1.070.357,34 a partir de septiembre.

No obstante, desde la UATRE advirtieron que incluso los salarios rurales más altos de esta nueva escala quedan por debajo de la canasta básica total para una familia tipo, estimada por el INDEC en más de $1.100.000. “El salario rural no puede seguir siendo un salario de pobreza”, expresaron desde la conducción del gremio.

Otros aspectos del acuerdo

El nuevo acuerdo contempla también una serie de adicionales por antigüedad y zona geográfica, elementos que impactan directamente en los ingresos de los trabajadores:

  • Antigüedad: Se reconoce un adicional del 1% del salario por cada año trabajado hasta completar 10 años de servicio. A partir de allí, el adicional sube a 1,5% anual.
  • Zona desfavorable: Los trabajadores rurales que desarrollen tareas en Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego recibirán un plus del 20% sobre sus salarios básicos, en reconocimiento a las condiciones climáticas y geográficas más adversas.
Trabajadores rurales, bono, renatre, salarios
Foto: Renatre

Reclamos que continúan

Aunque desde el Gobierno y el sector empleador celebraron el cierre de la paritaria como un paso hacia la estabilidad en el campo, la dirigencia sindical sostiene que el acuerdo es insuficiente frente al aumento sostenido del costo de vida y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.

“Este acuerdo es un piso, no un techo. Vamos a seguir peleando por un salario digno que saque a nuestros compañeros de la línea de pobreza”, señalaron voceros de la UATRE. El gremio no descarta nuevas medidas de fuerza si no se atienden sus demandas en los próximos meses.

Además, desde el sindicato reclaman una reforma más profunda en las condiciones laborales del trabajo rural, con mayor formalización, fiscalización del empleo no registrado y mejoras en el acceso a la seguridad social y la vivienda para los trabajadores y sus familias.

9 de julio, feriado, día de la independencia, campo

Un sector estratégico en tensión

La discusión por los salarios rurales vuelve a poner en el centro del debate la situación de un sector estratégico para la economía argentina. Con más de un millón de personas involucradas directa o indirectamente en el trabajo agropecuario, las condiciones laborales en el campo se han convertido en un tema de preocupación social y política, especialmente en un año donde la inflación acumulada y el estancamiento económico afectan con fuerza a los sectores más vulnerables.

Si bien el acuerdo de la CNTA con respecto a los salarios rurales representa un avance, los desafíos estructurales del trabajo rural persisten, y el conflicto entre el costo del trabajo y la rentabilidad del sector agropecuario continúa marcando la agenda del campo argentino.