Rosario Central se lo dio vuelta a River y quedó como único puntero de la tabla anual


Ganó una final Rosario Central. Perdió una final River. Así se festejó en el Gigante de Arroyito, donde el equipo de Ariel Holan venció 2-1 y se subió a lo más alto de la tabla anual. Fue un partido cargado de emociones, pierna fuerte y polémicas. Ángel Di María fue el alma del Canalla: manejó los tiempos, provocó la expulsión de Portillo y generó la jugada del golazo decisivo de Ignacio Malcorra.

El triunfo tiene un valor enorme. Con cinco fechas por jugar en el Torneo Clausura, Rosario Central quedó como único líder y se acerca a la clasificación directa a la Copa Libertadores. River, en cambio, cayó al tercer puesto de la tabla anual, detrás de Boca, y ahora ocupa una posición de repechaje. Es su tercera derrota consecutiva en el campeonato, aunque esta vez mostró otra actitud respecto a los tropiezos ante Riestra y Atlético Tucumán.

Un inicio prometedor para River

El equipo de Marcelo Gallardo arrancó mejor. Con una idea similar a la del jueves anterior, River se plantó con decisión en Rosario y abrió el marcador tras una jugada exquisita entre los colombianos Juanfer Quintero y Miguel Borja. El mediocampista asistió con una maniobra “no look” digna de su sello, y el delantero definió con clase para el 1-0 parcial.

Central reaccionó rápido. El empate llegó tras una acción confusa dentro del área, con varios rechazos fallidos antes del remate final de Ibarra, que puso el 1-1. River mantuvo su plan de juego, pero la historia comenzó a torcerse por detalles ajenos a lo futbolístico: un gol anulado a Borja y una expulsión de Juan Carlos Portillo, que cambió el desarrollo del encuentro.

River, Rosario Central

Di María, el dueño de la noche

A partir de la expulsión, el partido cambió de manos. Rosario Central aprovechó la superioridad numérica y se adueñó de la pelota. Di María manejó los hilos del juego con la inteligencia y la jerarquía que lo caracterizan. Su gambeta y su claridad generaron los espacios que River ya no podía cerrar. Así llegó el golazo de Malcorra, que definió con un zurdazo cruzado tras una gran maniobra colectiva.

River, con uno menos, no se rindió. A pesar del desgaste, el equipo del Muñeco mostró orgullo y rebeldía, y estuvo cerca del empate con un tiro en el palo de Bautista Dadín y un par de remates desviados de Nacho Fernández. Sin embargo, el impulso no alcanzó y la derrota volvió a complicar su panorama en la tabla.

Central, en cambio, festejó con su gente. El equipo canalla venía de una racha irregular como local, con apenas una victoria en sus últimas siete presentaciones en el Gigante. Pero esta vez jugó con carácter, intensidad y el liderazgo de su emblema, un Di María que volvió a demostrar que su regreso al fútbol argentino no fue simbólico, sino decisivo.

Un triunfo que vale más que tres puntos

El 2-1 dejó a Rosario Central puntero y con el ánimo en alza. Holan consolidó una idea de juego sólida, con equilibrio en el medio y creatividad arriba. El Canalla sigue invicto en el semestre y da pasos firmes rumbo a la Libertadores, su gran objetivo del año.

Rosario Central, River

River, por su parte, deberá reaccionar. El equipo mostró momentos de buen fútbol, pero la falta de contundencia y las desconcentraciones defensivas lo condenaron. Gallardo se fue con bronca, pero también con la certeza de que la actitud de sus jugadores fue diferente a la de las últimas caídas.

Festejó Central, y lo hizo a lo grande. En un partido caliente, con clima de final, el Canalla dio un golpe de autoridad, se adueñó de la punta y ratificó su candidatura. Fue una final. Y la ganó Rosario Central.