San Lorenzo le cerró la puerta a River por Romaña y la negociación quedó en pausa
La disputa por Jhohan Romaña sumó un nuevo capítulo en el mercado de pases del fútbol argentino. San Lorenzo rechazó formalmente la primera oferta enviada por River, que proponía dos millones de dólares por el 50% del pase del defensor colombiano. La respuesta negativa se dio en un contexto institucional delicado para el club de Boedo, que atraviesa una conducción transitoria y múltiples frentes abiertos.
La decisión fue tomada por la Comisión Directiva provisoria encabezada por Sergio Costantino, que asumió el control del club en medio del caos dirigencial. A pesar de la compleja situación económica, puertas adentro consideran que la cifra ofrecida no refleja el valor real de Romaña, hoy uno de los futbolistas más importantes del plantel azulgrana.
Una oferta que no conformó en Boedo
La propuesta de River consistía en USD 2.000.000 por la mitad del pase del zaguero, una cifra que desde San Lorenzo consideraron insuficiente. En el Ciclón entienden que Romaña tiene mercado, buen presente deportivo y margen de crecimiento, factores que elevan su cotización incluso en un escenario adverso como el actual.
Además, en Boedo deslizan que la intención ideal sería vender el 100% de la ficha, o al menos recibir una suma mayor por el porcentaje ofrecido. La postura es firme: no hay urgencia deportiva para desprenderse del colombiano y, tratándose de un rival directo, no están dispuestos a facilitar la operación sin una compensación acorde.

Este punto es clave en la negociación. San Lorenzo no solo evalúa lo económico, sino también el impacto deportivo y político de transferir a una de sus figuras como Romaña a River, club con el que mantiene una histórica rivalidad.
La alternativa Boselli, descartada
En las primeras horas posteriores al avance de River, surgió la versión de que Sebastián Boselli podría ingresar como parte de pago para destrabar la operación. El defensor uruguayo, relegado en la consideración de Marcelo Gallardo, aparecía como una pieza de intercambio que podía acercar a las partes.
Sin embargo, esa posibilidad quedó rápidamente descartada. Boselli prioriza una salida al exterior, y en caso de continuar en el país, su intención sería pelear un lugar en River antes que emigrar a otro club argentino. Esta negativa cerró una de las pocas variantes que podían flexibilizar la postura de San Lorenzo.

Ante ese escenario, River avanzó únicamente con la oferta económica inicial y se topó con el rechazo formal del Ciclón, que no mostró señales de ceder en el corto plazo.
River no estira la cuerda y evalúa opciones
En Núñez manejan la situación con cautela. La postura de la dirigencia y del cuerpo técnico es clara: no están dispuestos a duplicar la propuesta inicial para quedarse con Romaña. Consideran que el mercado ofrece otras alternativas y que no tiene sentido entrar en una puja que dispare los valores.
Por eso, el futuro de la negociación dependerá casi exclusivamente de San Lorenzo. Si en Boedo bajan sus pretensiones, las charlas podrían reactivarse en busca de un punto intermedio. Caso contrario, River se retirará de las tratativas y enfocará sus esfuerzos en otro defensor central para reforzar la zaga.
Esta estrategia responde también a una lógica de mercado: Gallardo quiere refuerzos, pero no a cualquier costo, y la dirigencia acompaña esa línea para evitar operaciones que comprometan el equilibrio financiero.

El mensaje de Romaña que alimentó las especulaciones
Mientras los clubes negocian, Jhohan Romaña dejó un gesto que no pasó desapercibido. En medio del caos institucional que atraviesa San Lorenzo, el defensor colombiano publicó una historia en su cuenta de Instagram con la frase “Todo pasa”, acompañada de una imagen suya pensativo.
El posteo, breve pero sugestivo, fue interpretado como una señal de desgaste y reforzó la sensación de que el futbolista ve con buenos ojos un cambio de aire. Romaña pretende emigrar en este mercado de pases y su nombre aparece como una de las cartas más valiosas del Ciclón.
Por ahora, su futuro sigue siendo una incógnita. San Lorenzo resiste, River espera y Romaña observa, en una negociación compleja que refleja, una vez más, cómo las tensiones deportivas, económicas e institucionales se cruzan en cada movimiento del mercado argentino.
