Otra frustración: River perdió en Brasil y se despidió de la Libertadores
En una noche cargada de tensión en San Pablo, River quedó eliminado de la Copa Libertadores tras caer 3-1 ante Palmeiras, que ya se había impuesto 2-1 en el partido de ida en el Monumental. El Millonario, que había comenzado con una ventaja temprana gracias al gol de Maximiliano Salas, terminó envuelto en nerviosismo, errores propios y polémicas arbitrales que lo dejaron fuera del certamen continental en los cuartos de final.
El equipo de Marcelo Gallardo acarició la posibilidad de forzar la serie a los penales, pero un segundo tiempo lleno de imprecisiones y un cierre caliente frente al árbitro uruguayo Andrés Matonte sellaron la frustración. Palmeiras, con oportunismo y pegada en los momentos justos, se llevó el triunfo y accedió a las semifinales, donde ya espera Racing, mientras aguarda el desenlace entre Liga de Quito y San Pablo.
Un arranque que ilusionaba
La noche parecía encaminarse bien para River. A los pocos minutos de iniciado el juego, Maximiliano Salas se anticipó de cabeza en el área y definió con precisión para poner el 1-0. Con ese resultado, el conjunto argentino igualaba la serie y trasladaba la definición a los penales. El golpe inicial silenció al Allianz Parque y llenó de ilusión a los hinchas visitantes.
River tuvo algunos pasajes de control, pero no pudo sostener la intensidad ni aprovechar sus chances más claras. Cuando parecía tener la situación bajo dominio, empezó a dejar espacios y a cometer errores defensivos que serían determinantes.
Palmeiras golpeó en los momentos justos
El empate llegó en el inicio del complemento, tras una jugada desafortunada: Franco Armani, que había respondido con buenas atajadas, falló al intentar retener un balón y dejó servido el rebote para Vitor Roque, quien no perdonó. Ese tanto no solo equilibró el marcador, sino que minó la confianza de River.
Con el resultado 1-1, el partido entró en un ida y vuelta áspero, con roces, protestas y un clima cada vez más caldeado. Gallardo apostó por cambios ofensivos para recuperar la ventaja, pero el equipo no logró ser punzante en los metros finales. Para colmo, el DT agotó las ventanas de modificaciones y se quedó sin margen para ajustar cuando más lo necesitaba.
El golpe definitivo para River llegó en los últimos minutos. El argentino Juan López, figura del Verdao, marcó un doblete que liquidó la serie. Primero con un penal sancionado tras la falta de Acuña, que además se fue expulsado, y luego con una definición certera en un contragolpe que selló el 3-1.
Un final caliente y con polémica
El cierre del partido fue a pura protesta. River, ya desbordado por la impotencia, apuntó contra el árbitro Matonte por varios fallos discutidos. Gallardo, con bronca, lo dejó en claro en conferencia: “Estoy con bronca porque se nos escapa un partido que logramos ponernos adelante rápidamente. Nos desconcentramos en los últimos cinco minutos y lo pagamos caro”.
Sobre el juez, el DT fue tajante: “No supo llevar el partido. Cobró cosas que no vio. Y en esa confusión, les dimos la ventaja”. El técnico de River lamentó que el nerviosismo y la falta de control hayan desvirtuado la buena tarea inicial de su equipo.
Palmeiras, semifinalista otra vez
Con esta victoria, Palmeiras ratificó su jerarquía copera y se instaló nuevamente entre los cuatro mejores de la Libertadores. El Verdao, que ya tiene un lugar en semifinales junto con Racing, espera rival del cruce entre Liga de Quito y San Pablo, que se definirá en Brasil tras el 2-0 favorable a los ecuatorianos en la ida.
Para River, en cambio, la eliminación significa otra frustración en su gran objetivo continental. El equipo de Gallardo mostró chispazos de su mejor versión, pero volvió a quedarse en la puerta por errores propios y desconcentraciones que lo privaron de avanzar.
