River jugará la Copa Sudamericana 2026 tras la eliminación de Boca
La victoria de Racing por 1-0 ante Boca en La Bombonera, por las semifinales del Torneo Clausura, tuvo consecuencias inmediatas para el resto de los equipos grandes del fútbol argentino. Entre ellos, River, que ahora se confirma como participante de la Copa Sudamericana 2026, la segunda competencia en importancia organizada por la Conmebol.
El Millonario tenía como única vía de ingreso a la Copa Libertadores la coronación de Boca en el certamen nacional. Sin embargo, tras la eliminación del Xeneize, esas esperanzas quedaron definitivamente descartadas. Con 53 puntos en la Tabla Anual, River quedó cuarto, detrás de Rosario Central, Boca y Argentinos Juniors, quienes obtuvieron plazas directas al torneo continental más prestigioso por esa vía.
Las vías desperdiciadas
Además de la opción de la tabla anual, River tenía chances de ingresar a la Libertadores siendo campeón del Clausura, pero fue eliminado por Racing en los octavos de final. Las otras posibilidades dependían de que Central, Boca o Argentinos se consagraran en el Clausura, pero todas estas alternativas también quedaron descartadas tras los resultados de las últimas semanas.
Con la reciente eliminación de Boca, River se suma a otros equipos ya clasificados para la Sudamericana 2026, como Deportivo Riestra, San Lorenzo, Tigre y Barracas Central, mientras resta confirmarse una plaza que podría ser ocupada por Racing o Independiente, dependiendo del resultado del torneo local.
Antecedentes de River en la Copa Sudamericana
No será la primera participación del club en la Copa Sudamericana. El Millonario obtuvo el título en 2014, tras eliminar a Boca en semifinales y vencer a Atlético Nacional de Colombia en la final.
Además, River estuvo cerca de consagrarse en 2003, cuando perdió ante Cienciano de Perú, y alcanzó las semifinales en 2007 y 2015, cayendo ante Arsenal y Huracán, respectivamente.
Transición y bajas sensibles
El ciclo de Marcelo Gallardo atraviesa un proceso de reconfiguración significativa del plantel. La primera medida fue prescindir de cuatro jugadores históricos de la final de Madrid 2018: Enzo Pérez, Ignacio Fernández, Milton Casco y Gonzalo “Pity” Martínez. Sus contratos vencían en diciembre y el técnico decidió no renovarlos, impulsando así un cambio generacional en el equipo.
Estas bajas no solo representan un golpe en lo futbolístico, sino también en lo anímico. La partida de Enzo Pérez marca la segunda salida de un capitán en dos años, aunque de manera respetuosa y sin conflictos públicos. Fernández y Martínez dejan vacíos de liderazgo cotidiano, siendo figuras escuchadas tanto dentro como fuera del campo, mientras que Casco ejercía influencia mediante el ejemplo y la conducta profesional.
Otros jugadores importantes también dejarán el club: Borja y Federico Gattoni cerrarán su ciclo en el plantel. Además, jugadores clave como Paulo Díaz, Fabricio Bustos y Sebastián Boselli fueron advertidos de explorar alternativas para el próximo mercado de pases. La política de puertas abiertas para la salida de jugadores se mantiene: nadie es intransferible de cara a 2026.
Una transición generacional
El proceso que lidera Gallardo tiene como objetivo bajar el promedio de edad del plantel y permitir que surja una nueva camada de líderes. La Copa Sudamericana será el único objetivo internacional del club durante la próxima temporada, mientras el equipo se adapta a un contexto de cambios profundos tanto dentro como fuera de la cancha.
El cierre de 2025 muestra un River en transición, con un plantel renovado y la necesidad de consolidar nuevos referentes para afrontar los desafíos venideros. Aunque la Sudamericana no es la Libertadores, el club buscará mantener su tradición competitiva y utilizar esta competencia como escenario para formar la base de un equipo que pueda volver a pelear en todos los frentes internacionales en los años siguientes.
